El fútbol de los departamentos tiene ese sabor especial que permite encontrar el verdadero sentido de este juego. El amor por la camiseta, la pasión por los colores, el aliento incondicional, desinteresado. Todo, en una sola postal que ayer en la Vieja Talquera de Sport se duplicó porque en el costado Norte el verde y negro de los iglesianos ratificó todo eso, mientras que en el costado Sur, el tricolor albardonero dejó muy en claro porqué es el ‘Boca de Albardón’. A cancha llena, con una recaudación que llegó a los 10.000 pesos, la finalísima del Torneo de Campeones fue nada más ni nada menos que una postal de la pasión por el fútbol.

600 hinchas de San Martín salieron muy temprano desde Rodeo y en el mediodía ya estaban rondando Albardón. Hubo una oferta desde la Liga Albardón-Angaco para recibirlos en el camping del Dique Avalos pero luego quedó descartada porque los propios dirigentes de Sport los recibieron en la misma cancha de la calle Tucumán, asegurándoles todo lo necesario para esperar el partido. Luego, cuando comenzó, el comportamiento de los iglesianos fue correcto, sin mayores sobresaltos, aunque el árbitro Marcelo Riveros detuvo un par de minutos el partido cuando los hinchas de San Martín se treparon en el alambrado tras el empate 2-2.

Del otro lado, en Sport, sobraron caras llenas de historia en el club como la presencia del Dr. Justo Sarmiento, hijo de los fundadores de Sport, quien siempre está al servicio del club cuando más lo necesitan. O varios ex-jugadores como Darío Amarfil o Pedro Vera, quienes no quisieron estar fuera de una jornada histórica para Sport que va por su tercera corona a nivel departamental. Una fiesta sin mezquindades. Una lección de que el fútbol tiene aun raíces en los sentimientos más puros, que le aseguran larga vida.