Rendidor. Nicolás De La Cruz, a sus 22 años, se volvió una pieza fundamental en la zona media del equipo de River.

Si a Nicolás De La Cruz le hubieran dicho en enero que cerraría el 2019 siendo titular indiscutido en River, habiendo disputado dos finales (ida de la Recopa y Libertadores) y convirtiéndose en un hombre fundamental para el equipo de Marcelo Gallardo, posiblemente no lo hubiese creído. Porque había terminado el 2018 con muy poco rodaje. Por eso, a horas de disputar la definición de la Copa Argentina en Mendoza ante Central Córdoba, el uruguayo manifestó que "estoy muy tranquilo y satisfecho en el club", incluso cuando el Manchester City ya pidió referencias y lo evalúa como un posible fichaje para 2020. "En lo personal fue un año positivo, encontré la regularidad que buscaba", hizo un autobalance antes de disputar el último partido del año.

De La Cruz, a partir de la confianza de Gallardo, creció exponencialmente: asociándose con Palacios y Nacho Fernández le dio fútbol a River.

La fe del Muñeco fue fundamental para que el jugador de 22 años lograra su despegue definitivo en el club de Núñez. Por eso la confirmación de que el DT continuará le cayó muy bien: "Nos da tranquilidad. Nos permite salir a descansar tranquilos en las vacaciones para luego volver a arrancar el año con todo", dijo el charrúa. Aspirando a "seguir por la línea" que marcó Gallardo, De La Cruz puntualizó sobre el rival que "es un equipo duro tácticamente e intenso para recuperar pelotas. Debemos intentar romper el cero lo antes posible".


Despedida
 

El volante de River, Exequiel Palacios, tendrá hoy su último partido con la camiseta de River, club donde se formó y del cual partirá al fútbol alemán. Su pase al Bayern Leverkusen -el mismo club donde juega Lucas Alario- desembolsó nada menos que 24 millones de dólares en total, en una compra que al club de Núñez le permitirá acomodar sus finanzas.