La crisis económica que vive el país no deja títere con cabeza y el ciclismo es uno de ellos. Reducir carreras de etapas, solventar parte del gasto del combustible a los equipos y otros temas concentran la atención de los dirigentes.

La situación económica que le pega a todos por igual genera complicaciones para establecer el próximo calendario de ciclismo en ruta. Habitualmente en la FCS (Federación Ciclista Sanjuanina) cuando se anunciaba el cronograma de competencias para la pista, también se presentaba -con mucha anticipación- la nómina de carreras, con fecha y cantidad de etapas incluidas de la que sería la próxima temporada de ruta.

Así era que por distintos motivos, entre ellos no conocerse exactamente la fecha de otras competencias nacionales, debió modificarse el calendario para otorgar permiso a ciclistas que pedían acudir a ellas, como la Vuelta al Valle, que proponían premios más gordos y atractivos que los que ofrecen algunas de las carreras local. El aumento en los precios de los combustibles castiga a todos por igual y especialmente a los equipos que deben trasladarse a los distintos puntos donde se llevan a cabo las competencias con dos, tres y hasta cuatro movilidades.

La escapada de los salarios complica la tarea de los dirigentes, quien en épocas más benignas se planteaban y ejecutaban los montos según variara el sueldo de los empleados estatales. "Si se les aumentaba un 22 por ciento, nosotros elevábamos los premios con respecto a la temporada anterior un 25 por ciento", explicaron los encargados de montar las carreras.

Hay gastos fijos que corren por cuenta de los clubes quienes el año pasado por competencias de una etapa contaban con una ayuda fija de la Secretaría de Deportes de 48.000 pesos.

También juega en contra de la continuidad el presente que atraviesan los diferentes municipios, cuyos intendentes en los últimos años se convirtieron en mecenas de la actividad realizando ingentes esfuerzos para llevar el espectáculo a sus vecinos. Quienes con todos los recortes sufridos en su presupuesto tendrán que sacar punta al lápiz para ver si pueden ofrecer, entre otros aportes, alojamientos y comida a los integrantes de la caravana multicolor.

"La idea es mantener la cantidad de carreras pero reducir los días de competencias", confió el presidente Juan José Chica el domingo a DIARIO DE CUYO. Carreras como las Vueltas departamentales serían las más afectadas. Para el máximo dirigente del ciclismo vernáculo una posible solución sería realizar una sola etapa de entre 150 y 180 kilómetros. El año pasado las competencias fueron 19 pero hubo actividad en 36 días.

Con septiembre pidiendo permiso para hacer florecer todo, el ciclismo se desvela para que no se le marchite la ilusión de armar una atractiva temporada rutera.