Agotada, congelada y cubierta de barro hasta las cejas. Pero pese a ello serena y contenta. Como la mayoría de motoristas y quadistas en la meta de Uyuni al término de la primera parte de la etapa maratón, Camelia Liparoti (foto) se enfrentó a un calvario de frío y barro. La piloto francoitaliana empezaba a digerir lo que había vivido durante la jornada nada más entrar en el parque cerrado: ‘¡En mi vida había visto tanto barro! Hacía un frío tremendo, quizás cuatro o cinco grados. Para colmo he empezado a encontrarme mal. Ayer por la noche me dieron un medicamento contra el mal de altura, pero creo que no lo tolero. Posiblemente ha sido la jornada más dura de cuantas he vivido en el Dakar. Llevo mucho mejor el calor que el frío. En algunos momentos una se hace muchas preguntas y una de las recurrentes hoy ha sido: ¿Por qué hago esto?‘. Con todo, en seguida le viene en mente la respuesta a esta apasionada del quad y del Dakar, que apenas unos segundos después consigue ver el lado bueno de las cosas: ‘Lo bueno es que esta noche no tendré que hacer muchas reparaciones. Había previsto un filtro de aire de recambio, ¡pero apenas hemos rodado en el polvo!‘.
La piloto de motos española Laia Sanz firmó ayer su mejor actuación del Dakar al finalizar en quinta posición en la octava especial del rally Dakar 2015 que unió las ciudades de Uyuni e Iquique, y marcó el final de la exigente prueba maratón.
‘Estoy muy contenta por mi actuación pero fue una jornada muy dura e incluso algunos pilotos no queríamos salir por el frío. E incluso en el Salar no había mucha visibilidad pero al final nos han hecho salir‘, relató la catalana de 29 años al regresar al campamento en Iquique.