En el ojo de la tormenta respecto a la muerte de Guido Falaschi tras el accidente en carrera está la seguridad en los autódromos, algo que aparece rezagado en el país, según la imagen mostrada ayer en el hecho lamentable, en un autódromo peligroso y reinaugurado para esta competencia. Otro de los puntos en cuestión es el accionar de los pilotos ya que en ningún momento dejaron de acelerar.

El principal punto en cuestión es la importancia de las normas de seguridad en el autódromo, porque aunque los autos tienen un complejo sistema de seguridad en el armado, los autódromos son lo que complican las situaciones en algunos casos, y uno de ellos fue ayer.

Según las normas de seguridad de la Federación Internacional del Automóvil (FIA) los autódromos aún pueden tener las barrera de contención realizada con paredes de neumáticos, aunque éstas pasaron a formar parte del pasado en los autódromos más modernos con medidas propias de seguridad del siglo XXI.
Una de las categorías más importantes como lo es la Fórmula 1 cuenta en algunos casos y sectores con las paredes de neumáticos, pero que se encuentran amarradas y apretadas una goma con otra, lo que genera un menor grado de absorción del golpe del auto. El otro caso es el que se dio ayer con los neumáticos sueltos, apilados uno al lado del otro, lo que genera una mayor absorción del impacto del vehículo aunque el lado negativo es que rebota. Eso fue lo que le sucedió a Falaschi que fue arrojado nuevamente a pista quedando cruzado en el trazado y expuesto al choque con los autos en carrera.

Uno de los especialistas en seguridad y automovilismo, como el ex corredor de TC y TC2000 Rubén César Daray se preguntó “por qué la F1 tiene atado los neumáticos y el TC no. Una goma suelta a 200 kilómetros por hora que pegue en el parabrisas es como atropellar a un caballo”.

Otro de los puntos es la acción de los pilotos que venían en carrera y viendo el terrible accidente no bajaron la marcha por precaución, sino que en todo momento trataron de finalizar la competencia esquivando los autos y todos los elementos que habían en pista en ese momento. Uno de los pilotos más importantes del país, Guillermo Ortelli, reconoció en una red social que “ninguno levantó”, al verlo al “Principito” accidentado.
Es algo que siempre sucede en caso de accidentes en la pista. Los corredores siguen su marcha porque ven que es el momento principal para el sobrepaso al quedar algunos autos desparramados. Sucedió hace algunos fines de semana en El Zonda con la piña de Henry Martín.

Por último, a la Asociación de Corredores de Turismo de Carretera es otra de las cuestionadas ya que según Gabriel Furlán, quien acunó los primeros sueños de Falaschi en la Fórmula Renault, el accidente se podría haber evitado diciendo en su cuenta oficial de twitter “El TC es la categoría más peligrosa del país. La vida le chupa un hue… a Don ACTC” al tiempo que agregó que “había gomas sueltas por todos lados!”. Y agregó: “ACTC DELINCUENTES! Me cag… en la seguridad, en la vida, en todo”.

El punto en cuestión con la ACTC es que privilegiaron la repavimentación del autódromo de Balcarce “Juan Manuel Fangio”, antes que la seguridad de los pilotos que exponen su vida en la pista, y ayer en la tarde, uno de ellos la perdió.