Siempre se habla de que la seguridad de los ciclistas y de la gente es primordial en cada carrera y más cuando se corre la Vuelta de San Juan. Esto fue muy bien entendido por el municipio de Pocito, que colocó un vallado en ambos sectores de la calle, el cual cubrió aproximadamente 300 metros antes de la llegada y 100 metros después de la misma. Algo que resultó muy beneficioso para el espectáculo.

No hay dudas de que la determinación tomada fue muy buena, ya que no hubo que lamentar ningún accidente como el que sucedió el año pasado en la Doble Difunta Correa con Gerardo Fernández y que sobre todo la gente pudo observar de buena manera el final apretado que tuvo la etapa.