La semana había complicado todo. El lastre del empate ante San Lorenzo de Catamarca en San Juan había alterado casi todo en el mundo Unión y en la visita a Gimnasia de Mendoza, el objetivo era triple: recuperar los puntos perdidos, reencontrar esos argumentos que ilusionaron a más de de uno y, fundamentalmente, darse un baño de paz para empezar de nuevo en este Federal A. Y así fue, porque con orden, actitud y convencimiento individual y colectivo, Unión derrotó por 2-1 a Gimnasia en el Parque mendocino, ratificando que Mendoza parece ser el paraíso para el equipo de Rawson. Porque ganó con autoridad, como lo había hecho ya ante Maipú. Dos triunfos que no son poca cosa pero que además, lo reposionó en la tabla y lo paró mejor que nunca para la segunda rueda donde los tres grandes candidatos tendrán que jugar en San Juan.

Pero ante Gimnasia, Unión siempre supo lo que quería. Empezó muy bien parado, planteandole el partido en mitad de cancha a un Lobo que metía presión pero sin demasiado vuelo futbolístico. La línea de cuatro en defensa respondía, en el medio la lucha era intensa y así Unión no pasaba apuros. La primera llegada del partido fue sanjuanina cuando Acevedo probó a Alasia pero débilmente. Entonces el tramite fue parejo, intenso, trabado, El primer aviso de Gimnasia fue con un cabezazo de Pomba que resolvió mas que bien Abadie. Todo era tranquilidad pero a los 30′ metieron un centro desde la derecha y Oga apareció demasiado solo para cambiarle el palo al arquero y poner el 1-0 injusto e inmerecido porque ninguno había sido mas. ¿Se sacudió Unión y a los cinco minutos encontró respuestas cuando la armaron de derecha izquierda y Molina le metió el centro exacto para que Sacripanti enmudeciera el estadio del Lobo con el empate parcial.

Entonces el choque entró en el tramo más emotivo de toda la tarde cuando Natalicchio tocó la pelota con la mano en el área y el juez Franklin cobró penal. Iban 41′ y en el duelo desde los doce pasos, Abadie le ganó a Oga para sostener la igualdad. Ahí, en ese instante, Unión pasó a ganar desde lo anímico y dos minutos después desde lo estadístico porque a los 43′ Molina le metió un pase delicioso a Sacripanti para que el Loco quedara mano a mano con Alasia y pusiera el 2-1 demoledor para los mendocinos.

En el complemento, Gimnasia cambió casi todo de entrada. Metió a Taborda y apostó al ataque para tratar de enderezar una historia que se le había complicado feo. entonces el Lobo fue más intenciones que juego y en cada ataque empezó a chocar con la firmeza de sus centrales, el trajín delos volantes y la actitud de todos. Abadie respondió y descolgó varios centros. No habían demasiados sobresaltos y empezaron a aparecer los espacios para sentenciar todo en la contra. Unión tuvo tres mano a mano que Sacripanti no pudo resolver ante Alasia y de tantas contras perdidas casi se amarga solo cuando Amaya metió un tiro en el palo izquierdo del arco Azul.

Los últimos minutos mostraron a Unión demasiado replegado contra su arco pero con todo bajo control. Pudo haberlo resuelto antes pero no acertó aunque el triple objetivo de ganar, sumar y tranquilizarse ya estaba hecho. Y en Mendoza, la tierra prometida para este Unión que volvió a ser Unión.