En el día después de la escandalosa clasificación de Francia a manos de Irlanda, por la mano con que Thierry Henry bajó la pelota en la previa del empate de los galos para obtener el boleto a Sudáfrica 2010, se desató una guerra fría que tuvo distintos frentes. Por un lado, el pedido de repetición del encuentro por parte de la Federación Irlandesa de Fútbol, que incluso contó con el apoyo gubernamental de ese país europeo. En otra arista de la batalla, el propio delantero del Barcelona admitió la mano pero se desligó de toda responsabilidad al sostener que "yo no soy el árbitro". Y en la tercera pata de este bochorno, la aparición nuevamente sobre si es hora que el hiper profesional fútbol se apoye en la tecnología para evitar errores de esta magnitud, algo que por ejemplo avaló el árbitro argentino y que dirigió la final del Mundial en Alemania 2006, Horacio Elizondo.
Ayer la Federación Irlandesa pidió directamente, mediante un comunicado oficial, la repetición del partido porque "esta decisión errónea del árbitro daña gravemente la integridad del deporte y por eso debemos pedir a la FIFA que se repita el partido para preservar el juego limpio en nuestro deporte". Algo que difícilmente ocurra, principalmente porque el sorteo del Mundial será el 4 de diciembre y más allá del antecedente del 2005 cuando el ente madre del fútbol mandó a jugar de nuevo el encuentro entre Bahrein y Uzbekistan, por las Eliminatorias Asiáticas debido a un error terrible de un árbitro japonés (ver recuadro). El ministro de justicia irlandés, Dermot Ahren, brindó su apoyo pero sabiendo que la suerte está echada: "No lo concederá porque no somos nadie en el fútbol mundial, pero pongamos (a la FIFA) en el aprieto. Si se mantiene el resultado, se reforzará la idea de que conviene hacer trampas para vencer". Algo similar tiró el DT de los ‘greens’, el italiano Giovanni Trapattoni: "Todo el mundo vio lo que pasó. Nosotros merecíamos ir a Sudáfrica. El Fair Play es algo importante en la vida".
Lejos de hacerse el desentendido y comprendiendo que está en el foco de la tormenta, Henry no miró para otro lado: "Fue mano. Lo hice por una cuestión instintiva, pero yo no soy el árbitro", remarcó el delantero, el primer francés en clasificarse a cuatro mundiales, quien acomodó un par de veces la pelota con la mano antes de darle el pase a Gallas para que éste anotara el empate que llevó a Francia al Mundial y que evitó el sufrimiento de ir a los penales en el propio Stade France. En las tribunas estaban sentados uno al lado del otro Josep Blatter, presidente de la FIFA, y Michael Platini, jefe de la UEFA.
Los propios relatores galos, como Thierry Roland, se despacharon con un "es un escándalo, una vergüenza con mayúsculas" y agregó de modo jocoso "fue una gran suerte tener que enfrentarnos con los irlandeses que son simpáticos, porque si hubiese sido otro país, más caliente, habría habido muertos en el estadio".
¿Y LA TV?
Con el culebrón en llamas, la inclusión de la tecnología en el fútbol en esta clase de jugadas volvió a la cartelera. Ayer, el que brindó su aval fue nada menos que Horacio Elizondo, juez de la final mundialista pasada e instructor FIFA: "En situaciones de esta clase no veo por qué no se deba utilizar la televisión. Más allá del error posicional del árbitro, hay que tratar de reducir el margen de error en jugadas tan claras", admitió Elizondo.
El árbitro de Francia-Irlanda, el sueco Martin Hansson (37 años) es uno de los preseleccionados por la FIFA para el Mundial de Sudáfrica, algo que seguramente quedará de lado debido a este grosero error. Este juez ya había sido puesto en el ‘freezer’ por la UEFA en sus torneos de clubes, luego que en la Champions League del 2008 le cobrara a favor un penal inexistente al Liverpool por supuesto penal a Steve Gerard ante el Atlético de Madrid. Pese a ello la FIFA siguió dándole crédito e incluso lo designó para dirigir la final de la Copa Confederaciones este año entre Brasil y Estados Unidos.