Alfredo Derito fue a la Liga Sanjuanina de Fútbol, lo que Julio Grondona a la Asociación del Fútbol Argentino. Dirigió el mundo de la número cinco a nivel doméstico durante más de tres décadas. En junio del 2016, pese a sus intenciones de continuar siendo el "jefe" por otro período, se terminaron sus días al frente de la entidad de calle Santa Fe. Fue el momento de la renovación con el arribo de Alberto Platero, quien se mantuvo durante dos mandatos (fue reelecto en el 2018). Ahora, le toca el turno de irse al exarquero y vendrá seguramente el actual presidente de Peñarol, Oscar Cuevas, el Pato para el ambiente del fútbol. Un directivo con gran injerencia sindical en el gremio de Camioneros y que tiene el aval del Grondona actual: su coterráneo y amigo, Claudio "Chiqui" Tapia, mandamás de la calle Viamonte, con un poder gigante en el fútbol argentino. La intención es que el 17 de noviembre se realice la Asamblea en la LSF que lo ungirá como el nuevo presidente a Cuevas por los próximos dos años, justo durante el periodo que la entidad cumplirá su centenario el 31 de enero del 2021. Si bien el directivo sostuvo a DIARIO DE CUYO hace unos días que "sólo me queda un cargo por definir" en la lista que comandará, el detrás de escena no parece ser tan así, al menos en estos momentos.

A saber: Cuevas es quien define su secretario y tesorero. Para el primer lugar se encuentra bien posicionado Mario Gómez (Marquesado) y para el segundo hay una fuerte disputa ante la aparición de Gustavo Doblas como candidato impulsado por Cuevas y hombre de extrema confianza en su momento de Derito, pero que no tendría el aval en la actualidad de los otros dirigentes. Son los que rodean a Cuevas quienes pretenden que ese cargo clave sea para Gerardo Iturrieta (Colón), aunque la situación no está definida.

La vuelta del fútbol doméstico de Primera División este 2020 es una gran incógnita.

En la muñeca política de Cuevas se verá cómo maneja las tres vicepresidencias, las cuales se votan en la misma Asamblea de renovación de autoridades. Pero como es habitual y al mejor estilo de Don Julio, se suele llegar con todo "acordado" previamente. Aunque en este caso hay más de tres candidatos para esos cargos muy importantes. Habitualmente son repartidos en dos para la Primera y el restante para la B. Por este lado, el que tiene todas las chances es un histórico como Raúl "Bachicha" Díaz, representante de la categoría posiblemente y dirigente de Huarpes. Si bien Cuevas está sondeando a candidatos para las dos vicepresidencias de la "A", hay diversos dirigentes que las pretenden. En ese punto, uno que ya mostró sus intenciones fue Vicente Mancuso, quien incluso coqueteó con formar una lista opositora a Cuevas, algo que sería casi imposible que ocurra. Y entonces aparecen otros nombres fuertes con aspiraciones, aunque no lo digan públicamente: Jorge Miadosqui (San Martín) y Juan Valiente (Desamparados). El primero tiene la máxima confianza de Tapia al ser el Secretario de Selecciones Nacionales, pero a nivel doméstico, si bien fue vital para ayudar a Platero a desbancar a Derito, no tiene consenso entre sus pares. Y otro punto nada menor es que tampoco en la dirigencia gubernamental verían con buenos ojos su arribo a un cargo tan encumbrado. No es la primera vez que Miadosqui pretende acceder a un cargo así de la Liga, pues en cada mandato de Platero lo intentó, aunque finalmente no llegó a concretar ese objetivo por diversos motivos. A su vez, Alianza y Trinidad también buscan meterse en esta disputa.

En la última Asamblea que se realizó, los dirigentes le pidieron a Platero y su Comisión que siguieran al menos hasta cumplir los 100 años la Liga. Si bien el presidente agradeció ese gesto con un comunicado políticamente correcto, esta intención dirigencial sonó más que nada a una marcada de cancha a Cuevas. De hecho, a Platero (y a Campos, su tesorero actual) lo espera seguramente un cargo en la futura Confederación de los Deportes de San Juan. Ahora, la pelota está en los tiempos de la rosca política. Así, Cuevas antes de asumir ya tiene su primer gran desafío: dejar a todos contentos.