Philippe Gilbert (Quick-Step) protagonizó el gran susto del día en el Tour de France.

El belga del Quick-Step había coronado en primera posición el Portet d’Aspet (2ª) con 55” de margen sobre su compañero de equipo Alaphilippe. Pero cuando bajaba la pendiente a toda velocidad protagonizó una tremenda caída en un descenso que ya se cobró la vida del italiano Fabio Casartelli, en el Tour de 1995.

Por fortuna, en esta ocasión no ocurrió nada, y fue de milagro. Tras el temor por lo que le pudiera haber pasado, se lo vio ya sentado en el muro protector de la curva con un golpe en la rodilla y algún rasguño en el brazo. Al ver que le enfocaban las cámaras levantó el pulgar en señal que todo estaba en orden y se subía a la bicicleta para continuar la etapa.