El clásico entre Rosario Central y Newell‘s, previsto para ayer en el Gigante de Arroyito, fue suspendido por el gobierno de Santa Fe luego de los incidentes a tiros ocurridos en el Parque Independencia entre la Policía e hinchas “Leprosos”, que concluyó con dos heridos y diez detenidos.

El partido amistoso iba a disputarse sin público visitante y el operativo policial contaba con 700 agentes, luego de que en la previa al clásico se produjeran 9 atentados explosivos contra sitios emblemáticos de ambos clubes.

El jefe de Policía de Rosario, Walter Miranda, aseguró anoche que estaban “garantizadas las condiciones de seguridad” para que el partido se jugara en el Gigante, pero indicó que “la gente de Newell‘s son los que tomaron la decisión de no presentarse a jugar”. El ministro de Seguridad de Santa Fe, Raúl Lamberto, dijo que “el hecho de esta tarde (por ayer) en Newell‘s fue un hecho concreto” como para determinar la suspensión del partido.

Los incidentes se iniciaron alrededor de las 16.30 cerca del estadio de Newell‘s, cuando un grupo de unos 50 simpatizantes “leprosos” arrojaron piedras a hinchas de Central que iban a la cancha, dijeron a Télam fuentes policiales. Los policías de un patrullero que estaba en el lugar intentaron evitar las agresiones y recibió disparos. Un policía sufrió un tiro en el cuello y fue intervenido en el HECA, donde se recupera “en buen estado de salud”, informaron.

“Como consecuencia de esta agresión al personal policial se solicitaron refuerzos y el personal ingresó al club donde se habían escondido estos malvivientes”, explicó el jefe de Policía de Rosario, Miranda.

En tanto, un hincha de Newell‘s fue atendido también ayer en el HECA con una herida de “perdigón de goma en la región del glúteo”. Tras la suspensión del partido se produjeron también algunos incidentes menores dentro del campo de juego del estadio de Central, cuando los jugadores salieron a realizar tareas de precalentamiento y los hinchas ingresaron para sacarles las camisetas.

El clásico rosarino no se juega desde hace dos años y nueve meses, tras el descenso de Rosario Central a la B Nacional.