El plantel de River, flamante campeón del fútbol argentino, festejó ayer el título que obtuvo con una vuelta por el anillo olímpico del estadio Monumental mediante un micro, con los colores rojo y blanco y la inscripción: ‘River vuelve a ser River, 35‘.

El festejo, muy organizado, se produjo luego de la celebración del capitán de River, Fernando Cavenaghi, quien levantó la copa Raúl Alfonsín, el campeonato número 35 en la historia del club.

Cada futbolista recibió una medalla en el centro del campo de juego, entre vallas y mucha seguridad privada que no permitió el acceso de los simpatizantes, en una fiesta que incluyó fuegos artificiales y de luces, con un Monumental a media luz, mientras los celulares de los espectadores jugaron un rol distinto para completar la algarabía.

Los jugadores de River se subieron a un micro descapotable que recorrió el anillo olímpico y de esa manera cumplieron con el ritual de todo campeón, la vuelta tan deseada. Con camisetas cuyos dorsales tenían el número 35, los jugadores también portaron gorros, vinchas y banderas riverplatenses. A la celebración se unió el presidente del club, Rodolfo D’Onofrio, quien le dio el trofeo a Cavenaghi y también repartió medallas a los campeones. El público de River, que no invadió el campo de juego, aplaudió, felicitó y gritó por el título obtenido con los cánticos: ‘¡Dale Campeón!‘ y ‘¡Que acá de Núñez, salió el nuevo campeón!‘.

LEDESMA, EL MEJOR

El experimentado mediocampista, Cristian Ledesma, fue el jugador más destacado del partido consagratorio de River ante Quilmes y además, autor de un golazo, el que concretó al rematar desde más de 35 metros del arco para introducir la pelota en el ángulo izquierdo. ’Le pegué y fue gol gracias a Dios. Se lo dedico a mi familia, que está en la tribuna y les doy las gracias también a mis compañeros, que me apoyan cada día’, resaltó El Lobo, tras el 5-0 ante los Cerveceros.