El mal momento de los equipos denominados "grandes" parece no tener fin. A la eliminación sufrida por Boca Juniors antenoche, se sumó ayer la de River Plate, que cayó ante Lanús 1-0 y quedó afuera de la Copa Sudamericana, producto también de haber perdido 2-1 en el partido de ida.

El conjunto granate, sin hacer demasiado, fue más que el elenco de Núñez y se impuso con un gol marcado por Santiago Salcedo a los 9 minutos de la segunda parte. Sobre los 38 minutos de etapa complementaria fue expulsado Martín Galmarini.

En la próxima instancia del torneo el equipo de Luis Zubeldía se medirá con la Liga Deportiva Universitaria de Quito.

En un primer tiempo en el que no abundaron las ideas, fue Lanús el que dispuso de las mejores situaciones. A los 7, Blanco sacó un remate esquinado que Navarro rechazó al corner. Siete minutos más tarde, Salcedo cabeceó apenas desviado.

Y a los 30 Salvio enfrentó a los centrales de River y, tras un rebote, la pelota le quedó a Salcedo quien, libre, definió al cuerpo de Navarro. El rebote le quedó a Salvio pero éste elevó su remate por encima del travesaño.

¿River? Casi no llegó. Si bien dio batalla en la mitad de la cancha, nunca tuvo en Fabbiani a un referente de área y por eso dependió demasiado de alguna aparición esporádica de Ortega o Buonanotte.

En una de las pocas acciones de riesgo que generó el conjunto de Núñez, Caranta derribó a Ortega dentro del área pero Federico Beligoy, de muy mala labor, ignoró la infracción.

En el complemento, bajo una intensa lluvia, River, obligado, fue a buscar el partido, mientras Lanús, tranquilo con el resultado conseguido en la ida, manejó los tiempos y con espacios fue más peligroso. Y sobre los 9 logró el gol que le dio la tranquilidad.

Velázquez sacó un centro bajo, Salcedo paró la pelota, giró y sacó un remate fortísimo que venció las manos de Navarro y se metió lentamente en el arco millonario.

Ahí se acabaron las ilusiones de River. Lanús siguió siendo más y ante un equipo que seguía fallando en defensa pudo aumentar enseguida, pero esta vez Navarro rechazó con el pie un remate a quemarropa de Salvio.

No hubo mucho más. El partido se fue extinguiendo bajo una lluvia cada vez más intensa, con un Lanús que levantó el pie del acelerador e igual controló el partido sin problemas, y un River apático que murió casi sin dar batalla.