Al conocerse las primeras versiones del vuelco de Juan Pablo Sisterna, fue su padre Lino quien confirmó a los medios locales el hecho, agregando que la consecuencia mayor para el navegante fue que se quebró un pie. Y el propio Juan Pablo escribió en su cuenta de Facebook: ‘Se terminó el sueño!!! Estoy bien… Nos pegamos muy fuerte y el auto resistió, sólo me quebré un pie!‘.
Pero luego de haber estado en contacto con su familia, Juan Pablo se habría quedado sin batería en su celular por lo que al cierre de esta edición el círculo más cercano de Juan Pablo buscaba confirmar si había debido ser operado y también si se encontraba en Uyuni, donde fue trasladado en un primer momento por la organización o en otro lugar.
‘El tema es que ya no está siendo atendido por médicos de la organización, por lo que no tenemos un contacto‘, admitió ayer Federico, hermano de Juan Pablo y también navegante del buggy que compitió en las primeras dos etapas del Dakar 2015 junto a Lino hijo en el volante.
Federico estimó que al momento de impacto, el vehículo marchaba ‘cerca de los 150 kilómetros por hora‘, según un video que se viralizó en las redes sociales.
El alivio principal en la familia es que todas las medidas de seguridad impidieron consecuencias mayores en Juan Pablo. ‘En los vuelcos campanas es muy grande el riesgo de desnucarse y se ve que fueron alrededor de diez tumbos. El hans, que es una estructura plástica que va detrás de la cabeza y se conecta a los cinturones de seguridad y a unas cintas, le salvó la vida a mí hermano‘, detalló Federico.