La tecnología en el ciclismo evoluciona año a año y aunque los Continental sanjuaninos tienen lo mejor en esta parte del mundo quedaron atrasados con respecto a los equipos World Tour, que forman parte de la batalla de las marcas para ganarse lugares en el mercado y que ostentaron bicicletas de 9.000 euros.

Los World Tour trajeron la última generación de grupos de cambios electrónicos (menos cables y más eficiencia), de cuadros y del sistema de frenos a disco, entre otros elementos.

Mientras que tanto cuadros como ruedas de los equipos foráneos son íntegramente de fibra de carbono, entre los locales aún hay ruedas de aluminio.

Los frenos hidráulicos siguen sumando evolución y los sanjuaninos no tienen los últimos sistemas; a la vez que mientras los auxilios de World Tour tienen uniformidad de marcas y cierres en las ruedas (de acuerdo al fabricante de sus bicicletas), los de San Juan llevan llaves y ruedas para cada ciclista de acuerdo a la máquina que utilizan.

"La diferencia de tecnología entre los equipos mundiales y los sanjuaninos no es abismal pero sí es importante. Hoy una bicicleta de World Tour tiene un peso de 6 kilos, mientras que las de los locales tienen entre 1 y 1,5 kilos más. Además, acá aún reparamos los tubos de las ruedas porque cuestan 6.000 pesos; para ellos son descartables", explicó el exciclista Mauricio Pérez, quien actuó como mecánico del equipo letonio Amore Vita.