Tenían el grito atragantado desde el año pasado. Justo Andes Talleres les había ganado en la final del Campeonato Sudamericano. Por eso este Campeonato Argentino, que se jugó justamente en Mendoza, era la oportunidad ideal para tomarse revancha. Y las cosas se dieron para que fuera eso, una verdadera revancha. Es que las chicas del Sindicato Empleados de Comercio, sencillamente el SEC, le ganaron 3-2 la final a las anfitriones de Andes Talleres y se consagraron como nuevas campeonas argentinas en Seniors.

Todo un orgullo el título de las chicas sanjuaninas. No sólo lo lograron en el estadio de las Azulgranas sino que lo hicieron con convicción y buen juego. Todas alcanzaron un gran rendimiento en el partido decisivo pero incidió sobre manera la actuación de las mundialistas Daiana Silva -la gran figura luego de anotar dos goles- y Salomé Rodríguez y de la arquera Victoria Perkosqui. Una conquista llena de merecimientos.

El partido empezó tal cual era previsible. Con el local manejando la bocha en base a otras dos jugadoras mundialistas -las hermanas Valentina y Julieta Fernández- y con el SEC parado para la contra. Y, en ese panorama, el juego sanjuanino fue más profundo. Porque llegó más y mejor.

No extrañó entonces que antes de los 4’, Daiana Silva, con una bomba, abriera el tablero. Las dueñas de casa sintieron el impacto, pero el SEC siguió con lo suyo y un minuto después llegó al segundo a través de Yanina Echenique. La mandó al fondo aprovechando un centro de Daiana.

Pasaron casi 4’ para que Talleres lograra el descuento tras un tiro de Julieta Fernández que su hermana Valentina desvió al gol. Pero antes que se fuera el primer tiempo, otra vez SEC metió una puñalada. Daiana Silva encaró y metió un tiro engañoso que superó a la arquera local.

Apenas largó el complemento llegó un nuevo descuento de Talleres (Julieta Fernández). Todo lo que quedó marcó un ida y vuelta permanente. Con emociones pero sin más goles.
El SEC se trajo de Mendoza lo que fue a buscar: El título. 

Daiana, el símbolo

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Sin vueltas. Como siempre, todo un símbolo. Daiana Silva, la misma que lloró todo porque lo sintió en el corazón luego de la derrota de Argentina ante España en el Mundial en Iquique, ayer festejó a rabiar. Se lo tiene merecido. Jugó un gran campeonato y de paso se despachó con dos goles.

“Era nuestra revancha. El año pasado en el Sudamericano ellas ganaron con lo justo y merecíamos otra oportunidad. Estábamos convencidas que íbamos a ganar. Por eso tengo que sacarme el sombrero ante mis compañeras. Las ganas y el corazón de todas es un orgullo. Este puede ser un año muy importante para nosotras.

¿A quién se lo dedico? A mi familia, a Rodeo, a toda la gente del SEC y a Raúl Avila, que tiene que estar feliz en el cielo viéndonos...” Daiana, siempre con su estilo. Una guerrera incanzable.