San Martín ya arrancó. Sin ganar pero sin perder también. Con otro equipo, con otro modelo, con otra idea. No le sirvió para debutar con triunfo porque dejó en la cancha demasiados interrogantes para resolver. Esto recién empieza pero habrá que ver si tendrá el famoso "tiempo al tiempo" para poder cuajar un sistema distinto que apuesta a ser ofensivo pero que el domingo lo saldó con su propio arquero como gran figura. Toda una paradoja que marca que hay cosas para trabajar, para mejorar y también, para cambiar.
1- Modelo a estrenar
Línea de cuatro atrás, dos volantes de contención, enganche y tres puntas. Así comenzó su año el San Martín de Franco. Le costó acomodarse y solamente fue algo de lo que pretende en funcionamiento colectivo los primeros 20 minutos de partido. Ahí, si pudo presionar en la salida del rival, meter mucha gente en terreno adversario y acercarse al pretendido esquema del técnico. Después, cuando los tucumanos le ganaron la pelota en el medio empezó a desnudar flaquezas. En especial, por la franja derecha de su defensa. Esa fue la peor faceta que mostró San Martín. Luego, con el correr de los minutos, la confusión ganó en el conjunto verdinegro y tuvo que agigantarse Pocrnjic para mantener el arco invicto y sostener el nuevo modelo. San Martín intentó ser uno atacando y terminó siendo otro defendiendo.
2- Facetas a trabajar
Dejar en soledad a Penco no es buen síntoma para San Martín. El goleador es clave pero conspiran contra la posibilidad de hacer goles los problemas de generación que el modelo Franco mostró ante los tucumanos. Que Nadaya no es enganche natural está dicho una y mil veces pero sostenerlo los 90 minutos cuando nunca pudo ser el conductor que asocie medio con puntas es algo a replantear. La idea de ir con tres puntas necesita abastecimiento y en eso, el técnico tiene la obligación de lograrlo o al menos encontrar la fórmula para conseguir. Sin eso tan clave como la pelota para que ataquen, no se puede pedir peso ofensivo. El sostén del esquema Franco es el ataque y contra los tucumanos nunca pudo atacar bien. Es el replanteo que se necesita. El resto, los movimientos en defensa y la capacidad de corte y recuperación en el medio, se asomaron pero resta mucho trabajo para consolidar la idea y hacer de este San Martín el que todos quieren ver en la cancha.

