Es cierto que el árbitro Mauro Giannini cobró, igual que pasó ante All Boys hace dos semanas, penales y expulsiones contra San Martín. Más allá de esa discusión válida, sobre todo en el caso de ayer por la mala expulsión de Marcos Galarza, quien recibió la segunda amarilla por una mano inexistente, lo cierto es que el Verdinegro sigue ausente sin aviso. No tiene prácticamente volumen de juego como desde que largó este año y encima, ahora con la presión de la tabla, cada vez que recibe un golpe, le duele el doble. Está sentido en los números y también en lo anímico.
1 Con el doble cinco de Gallardo y Torresi nuevamente en el medio, Teté busco marca y juego. No lo consiguió. El Indio estuvo impreciso y solo en la pelea por el balón y así el mendocino no tuvo la pelota en sus pies para jugar. Un dato no menor es que San Martín no dio cuatro pases seguidos en la primera media hora del encuentro. Unión, sin asfixiarlo al mejor estilo Bielsa, fue lentamente ganando terreno, aunque anémico de ideas. El penal cobrado a Galarza por el juez cambió el rumbo para siempre, pero antes el equipo sanjuanino no mostró su mejor versión ni mucho menos.
2 Después de penal de Saucedo, San Martín se descontroló. Hasta ese momento sólo Narváez le vio la cara en primer plano a Limia con un remate defectuoso y nada más. Entre el primero y segundo del local, Galarza vio la roja de forma errónea por Giannini. Más allá de eso, el equipo estuvo abúlico en la parte inicial. De hecho, Penco navegó en soledad.
3 Con el 0-2 y diez hombres, el equipo sanjuanino fue como pudo. Sparapani y Sánchez resultaron los abanderados de una heroica que nunca llegaría. Pratto sentenció el resultado en el final, pero la historia se había liquidado bastante tiempo antes. Otra vez, San Martín fue preso de sus errores. Más allá de la equivocaciones de Giannini.

