Entre competencia, entrenamientos y tranquilidad, viven por estos días las tres sanjuaninas que representan, junto a la misma cantidad de chicas mendocinas, a la Selección argentina en el Mundial de rafting que se está disputando en Indonesia y que culminará el próximo 8 de diciembre.

Desde el lejano país asiático, la sanjuanina Florencia Moreno (sus comprovincianas son Mickaela Romero y Valentina Castro), contó cómo les fue en el debut, sus sensaciones y también describió cómo es la vida en Indonesia.

“La primera prueba en la que competimos fue en Sprint 300 metros. El río en el que competimos tiene muchas piedras y es muy técnico, y justo ese día traía poco agua, por eso nos trabamos y perdimos mucho tiempo. Quedamos entre las últimas y con el gusto amargo de saber que Brasil Japón y Eslovaquia, que hicieron podio, registraron en promedio 1 minuto y 46 segundos, que es tiempo que nosotras habíamos logrado en los entrenamientos”, explicó Florencia.

Pero lejos de amargarse por el resultado inicial, las chicas demuestran mucha felicidad. “Estamos muy motivadas con la experiencia y nos sentimos orgullosas porque es la segunda vez en la historia que un equipo femenino representa al país en un Mundial”, contó la sanjuanina en diálogo teléfonico, y agregó que “el deporte es así, son cosas que pasan, sobretodo en el rafting que la cancha es el agua y que cambia todo el tiempo”.

El camino de las representantes sanjuaninas continuará este viernes con la prueba Head to Head, para la cual estuvieron entrenado al máximo en las duras aguas asiáticas en las últimas horas y en la que se medirán ante el poderoso equipo ruso. Luego, la tercera competencia, será el Slalom.

La delegación argentina, con las tres sanjuaninas incluidas, se encuentra alojada en un hotel junto a la mayoría de las otras 17 delegaciones. “Estamos en el medio de la montaña y de la selva, a 40 minutos del río en el que entrenamos y competimos. Siempre nos trasladan en camiones militares”, detalló Florencia Moreno.

Por último, una de las representantes sanjuaninas contó que “la gente acá en Indonesia es muy amable. Las personas nos saludan todo el tiempo y sonríen, viven felices, es una experiencia muy linda para nosotros porque además se respira otra energía. Ellos viven despojados de lo material, en casas re chiquitas, y asisten generalmente a templos budistas, que por cierto hay una gran cantidad”.