Me contaron por lo bajo que el ‘Chiqui’ Tapia está hablando con los médicos argentinos y les pidió una misión: entrar a la concentración de Uruguay y desangrar a Godín y Giménez, los centrales charrúas, que en vez de glóbulos le salen huevos en los análisis. Salir despacito y rajar para el búnker argentino, entrar a la habitación de cada uno de los jugadores, atarlos a la cama y enchufarles la sangre de los orientales. Para Messi doble dosis, o triple, por favor.

 

Listo, ya tenemos casi todo lo que necesitamos para enfrentar a los islandeses que no saben nada de fútbol, pero que tienen cara de malo y la patada más baja va al cuello. Pero si eso no alcanza, ‘Chiqui’ tiene un plan B en su cabeza. Le llamó a su suegro Hugo Moyano para que le mande dos o tres patovicas, de esos que utiliza para apretar a los camioneros cuando quieren laburar un día de paro. Si las papas queman, ya le dijo a Sampaoli que vuele de la cancha a Otamendi y Rojo y ponga a los hombres del jefe de Camioneros. Dicen que estos muchachos no te dejan pasar a nadie, siempre por las malas, claro.

 

Y si las cosas se ponen peor, el sanjuanino líder de la AFA ya piensa en poner a la Difunta Correa de ‘9’ en lugar de Agüero que tiene menos definición que Macri con la política económica.