Si bien del San Martín de la temporada 2015 a la actual quedaron muy pocos jugadores, los 17 refuerzos que llegaron superaron las desvinculaciones y por ello el plantel con el que trabaja Pablo Lavallén se elevó a 38 futbolistas. Un número muy elevado para el DT que había adelantado al asumir que quería entre 30 y 32 para realizar su labor. Se sabía que el corte del plantel llegaría, incluso el técnico destacó que sería hoy tras el amistoso ante Unión (ver aparte) pero ayer llegó la reducción y los que no seguirán en el plantel de Primera División son el volante Raúl Quiroga y los sanjuaninos Matías Silva (defensor), Martín Alaniz (delantero), Franco Troncoso y Agustín Romera (arqueros), Germán Ferrer (defensor) y Federico Paz (volante).

Sobre el futuro de los 7 futbolistas, salvo Alaniz que por estar a prueba no se le hizo contrato y puede incorporarse a otro club, el resto van a ser prestados a otros equipos según adelantaron desde la dirigencia. O en su defecto pasarán a entrenar y formar parte del plantel de Reserva.

Los siete habían hecho la pretemporada en Tandil y tenían grandes ilusiones de integrar la lista de trabajo de Lavallén. El caso del “Huevo” Quiroga es uno de los que más empeño le puso porque llegó en el 2011 y desde que está en San Martín se cortó 4 veces los ligamentos y para este 2016 tenía sed de revancha ya que el año pasado, cuando le dieron la camiseta número 10 en la planilla oficial, sólo jugó 11 minutos en el encuentro ante Temperley el 4 de mayo, y el resto del año lo hizo en Reserva.

Otro que buscaba su reinserción era Matías Silva, quien estuvo el año pasado afuera de la cancha por la rotura de ligamento. Incluso en la pretemporada tuvo rodaje marcando punta izquierda y había recuperado su nivel.

Lo de Martín Alaniz es diferente, porque estaba a prueba tras jugar en Alianza (Federal B) la temporada anterior y todavía no se decidía si le hacían contrato.

En tanto que los 4 restantes son los juveniles que subió Lavallén para ir a Tandil. Troncoso fue el 4to arquero el año pasado en Primera pero siempre atajó en Reserva. Mientras que a Ferrer y Paz se les hizo contrato antes de viajar a Tandil y eran dos apuestas fuertes de la cantera, como el caso del arquero Romera.