Pablo Lavallén, el director técnico de San Martín, tuvo un día especial desde todo punto de vista. Primero porque fue su regreso al Monumental donde jugó más de 100 partidos con la camiseta de River Plate y porque hasta hace más de un año era el DT de las divisiones inferiores. Por eso cuando ingresó al campo se lo vio emocionado y más aun cuando fue saludado por Marcelo Gallardo y hasta el presidente Millonario Rodolfo D’Onofrio. Luego vino el partido y allí se vio su mano. Feliz tras el empate, destacó que “es un gran punto”, el empate 1-1 que consiguieron en el Monumental.

“Si analizamos por situaciones, el trámite del partido fue superior para River porque tuvo más la pelota, pero sabíamos de eso por eso cuando la tuvimos tratamos de jugar y no tirarla”, comenzó analizando la paridad el DT.

Luego, Lavallén continuó: “Vale mucho el punto y el esfuerzo porque tuvimos un arranque duro en el que otra vez empezamos perdiendo, pero cambiamos y hasta lo pudimos haber ganado. Venimos a jugar a estos estadios donde la obligación es de River y al no meterse atrás después del gol de ellos, nos dio chance de empatar. Lo logramos con el gol de Villarruel y lo hecho nos da un buen augurio.

En el balance y por la propuesta en cancha y entrega, subrayó que “hubo puntos altos pero las cualidades individuales salen si el colectivo funciona. Casierra, Navarro, Fissore hicieron un gran desgaste. Los centrales (Mattia y Lazzaroni) se la bancaron con Alario y Alonso y nunca los sobrepasaron”.

Igual, y sabiendo del poderío de River llegó al Monumental sin sentirse menos. “Contra todos los rivales jugamos de igual a igual, con nuestras armas”, y tras el arranque del torneo frente a tres grandes y pensando en lo que viene tiró: “es hora de cosechar victorias. Hay que seguir por el mismo camino y mejorar los errores”.

Sobre el final, no dudó en que fue un valioso empate. “Es un gran punto y los jugadores lo van a sentir porque emparejaron la balanza contra un grande. Nunca se vieron sobrepasados por el rival”.