Entre sus palmares tiene haber sido el goleador histórico de las inferiores de Rosario Central, club que lo formó, con 92 tantos. A partir de allí siempre supo que camiseta que defendiera le iban a pedir goles. Y en San Martín el primero llegó el domingo en Mar del Plata para el triunfo ante Aldosivi. Marcos Figueroa (anotó el primero para el 2-1) empezó a pagar con su tanto la confianza depositada en él y se sacó un peso que ya empezaba a ser una carga personal.
En el festejo hubo dos momentos para el rosarino de 24 años. El primero fue haciendo con sus manos un corazón dedicado a su mujer por el embarazo de 4 meses y medio, y en segundo lugar para tomar confianza para lo que viene. “El gol es una tranquilidad porque como delantero uno se alimenta de los goles y trata de hacer siempre alguno más allá de colaborar siempre con el equipo. Te da confianza y otra mentalidad para lo que sigue. Llegó y ahora espero que sigan llegando más”, contó ayer.
El “Conejo” fue titular en los 6 partidos que lleva el torneo y antes de enfrentar a Aldosivi sentía urgencia de gritos. “Estaba un poco desesperado, pero sabía que en cualquier momento iba a llegar. Por suerte se dio en Mar del Plata y ahora estoy más tranquilo, por así decirlo, para lo que viene”, argumentó tras la práctica.
Si los goles contribuyen para la victoria tiene un valor doble y también provocan un remezón en el interior del jugador. “Por suerte pude convertir y el equipo pudo ganar de visitante que hace mucho no lo hacía. Eso también te cambia la cabeza y estamos más concentrados para lo que viene porque tenemos que ganar si o si el viernes (reciben a Guaraní a las 22)”.
No obstante, para Marcos tiene otro significado, el que sólo los atacantes esperan para desahogarse. “Te da un poco más de tranquilidad por venir 5 fechas teniendo situaciones claras o no claras que al no convertirlas te juegan un poco en la cabeza, pero por suerte llegó y ahora estoy un poco más tranquilo”.
Y tanto lo esperó que lo festejó de manera diferente. Al estilo Di María. Dibujando un corazón con sus manos sabiendo que en San Juan estaba su destinataria. “Fue para mi mujer que está embarazada. Lo veníamos planeando así, se dio de visitante y lo único que pude hacer fue un corazón para ella y la nena que viene en camino”, contó con orgullo, para luego soltar: “la nena dicen que viene con el pan bajo el brazo, así que espero que así sea”.
Su conquista fue determinante para dejar a San Martín segundo en la zona y a su vez ganar por primera vez de visitante, aunque todo eso no agranda al “Conejo”. “El gol es una consecuencia de lo que hace todo el grupo. Me tocó convertir a mí y ganar de visitante, como también a Raúl (Iberbia) que es con uno de los que más me hablo y estoy contento por él”.
El ex Argentinos Juniors y Rafaela admitió que están por la buena senda, que es un pilar para llegar a Primera. “Es rápido hablar de eso pero estamos bien y encaminados, pero siguiendo así y con esta mentalidad vamos a lograr el ascenso”, cerró Figueroa, quien vive su semana más feliz.