Lewis Hamilton exigió esta semana más apoyo por parte del órgano rector de la Fórmula Uno y pidió a los otros pilotos que hagan más cosas para luchar contra el racismo, después de que algunos de sus compañeros se hincaron y otros nuevamente no lo hicieron en la previa del Gran Premio de Hungría celebrado el domingo.

Al igual que en las otras dos carreras de esta temporada, se suponía que todos los pilotos se reunirían para el himno nacional para estar de pie mientras portaban camisetas con la frase “End Racism” (Acaben con el racismo). Hamilton y algunos más, como Valtteri Bottas, su compañero de equipo en Mercedes, y Sebastian Vettel, rival en Ferrari, se arrodillaron mientras que los demás parecían llegar tarde y ni siquiera se colocaron en su posición.

“Definitivamente no hay suficiente apoyo para ello. Desde el punto de vista de un piloto, muchas personas parecen ser de la opinión de que ya lo hicieron una vez y no lo volverán a hacer. No sé sus motivos para esa postura”, declaró el británico tras ganar la carrera. “Todo lo que puedo decir es que no están haciendo lo suficiente. Creo que en última instancia, las personas aún piensan que no es importante”, añadió.

Tras esto, Jackie Stewart, campeón de la F1 en 1969, 1971 y 1973, señaló: “Creo que Hamilton ha sido un gran ejemplo para mucha gente. Él habla bastante sobre estos temas, pero no creo que haya un problema tan grande como pueda parecer. No hay resistencia al cambio si alguien es inteligente y bueno en lo que hace”.

A su vez, Mario Andretti, campeón en la temporada de 1978, también criticó al corredor de Mercedes, en diálogo con El Mercurio, de Chile: “Tengo mucho respeto por Lewis, pero ¿por qué ser militante? No debería mezclarse la política con el deporte. Siempre ha sido aceptado y se ha ganado el respeto de todos. Creo que todo el asunto es pretencioso y está creando un problema que no existe. Pintar el coche de negro no sé qué bien hará”.

A estas declaraciones, Hamilton respondió: “Es decepcionante, pero desgraciadamente es una realidad que algunos de la vieja generación que todavía tienen voz hoy no puedan darse cuenta de que hay un problema. Es pura ignorancia, pero no me detendrá a la hora de seguir buscando un cambio, espero que este hombre, al que siempre he respetado, pueda tomarse un tiempo para aprender”.

El piloto británico, único de raza negra en la Fórmula 1, ha sido crítico con la categoría y la tildó de “deporte de blanco” antes del comienzo del actual campeonato y desde entonces ha buscado aliarse con sus colegas para llevar adelante modificaciones que vayan contra el racismo, pero no ha tenido demasiado éxito.

En el Gran Premio de Austria, el primero desde la pandemia del coronavirus, los pilotos se arrodillaron para manifestarse de manera pública y colectiva contra el racismo. A pesar de que fue un gesto respetado por la mayoría, hubo seis corredores que se negaron a realizarlo.

“Yo les dije: ‘Yo voy a hacerlo, pero ustedes hagan lo que sientan’. Estoy muy agradecido con aquellos que se arrodillaron conmigo. Creo que es un mensaje poderoso, pero que no cambiará el mundo. Esta es una cuestión mucho más grande en todo el mundo. Cada uno tiene el derecho a tomar sus propias decisiones, yo sentí que era correcto hacerlo”, dijo Hamilton luego de la carrera. El inglés fue uno de los máximos impulsores de este gesto. Sin embargo, aseguró que no les pidió a sus colegas que lo acompañen. Aunque evitó criticar directamente a Max Verstappen, Charles Leclerc, Kimi Räikkönen, Daniil Kvyat, Carlos Sainz y Antonio Giovinazzi -los seis pilotos que no se arrodillaron- expresó su decepción por su negativa a sumarse a la iniciativa.