Ya en la recta final de la pretemporada, en Boca recibieron una noticia inesperada luego de que el defensor Lisandro López les comunique tanto al entrenador, Miguel Russo, como al Consejo de Fútbol que tenía intenciones de continuar su carrera en otro lado, en busca de mayor continuidad. A raíz de esto, llegó una oferta de préstamo desde Arabia que el Consejo desestimó, pese a las intenciones del futbolista.
Pese a haber sido uno de los puntos más altos de la defensa de Boca en los últimos tiempos, lo cierto es que López perdió terreno en la consideración del cuerpo técnico y incluso debió lidiar con las llegadas de Marcos Rojo y Carlos Zambrano, en la zaga central. Con el correr de los partidos, su lugar como marcador central fue cada vez menos asegurado, al punto tal que, en el ideal del cuerpo técnico, los centrales serían Carlos Izquierdoz y Marcos Rojo.
Al Nassr tomó nota de la situación del defensor central y envió una propuesta de préstamo con opción de compra por el jugador. Sin embargo, pese a las intenciones del zaguero de cambiar de aires, el Consejo rechazó la oferta -que conllevaba un ingreso de un millón de dólares sin contar la opción-.
De todas maneras, pese a haber rechazado ese ofrecimiento, lo cierto es que el Consejo está ahora dispuesto a escuchar ofertas para vender al jugador y así obtener un ingreso inmediato para salir al mercado en busca de un reemplazante. Concretamente, el plantel de Russo hoy tiene tres centrales más: Izquierdoz, Rojo y Zambrano. Un poco más atrás, como opciones juveniles, aparecen Renzo Giampaoli y Nicolás Valentini, ambos con un puñado de minutos en la Primera de Boca.
Así, a menos de diez días de enfrentar a Atlético Mineiro por los octavos de final de la Copa Libertadores, en Boca pueden encontrarse con la necesidad de salir al mercado en busca de un central, si es que llega un ofrecimiento más concreto por el central de 31 años.

