El Liverpool de Jürgen Klopp ganó la Supercopa de Europa tras una final para el recuerdo que se tuvo que decidir desde el punto de penal ante el Chelsea. Giroud adelantó a los "blues" en la primera parte, pero un tanto de Mané forzó la prórroga. Después, Mané puso el 2-1 y Jorginho igualó para ir a penales.