El Rally Dakar, que ayer tuvo su ceremonia de podio a los pies del Monumento a la Bandera, iniciará hoy en Rosario su 35ta travesía, la sexta en Sudamérica, en una edición que unirá Argentina, Bolivia y Chile tras completar algo más de 9.000 kilómetros.

El sexto Dakar que se correrá en Sudamérica desde que la competencia se vio obligada a dejar su África natal en 2008 promete ser también “más exigente y complicado” que los anteriores. El Dakar 2014 tendrá 13 etapas en las que aquellos que lleguen a la última habrán completado unos 9.000 kilómetros. La primera etapa comenzará hoy a las 4.20 con el lanzamiento de la primera moto y unirá Rosario con San Luis, provincia que recibirá por primera vez a la competencia, aunque el tramo de carrera se disputará en Córdoba.

Más allá de la complejidad de los caminos elegidos por la organización, el rally tendrá 1.000 kilómetros más de carrera pura, por lo que los pilotos se enfrentarán durante dos semanas a 5.000 kilómetros de pruebas especiales.

Hasta ayer el Dakar 2014 tenía a 436 pilotos en la línea de partida (59 argentinos, al menos uno en cada uno de los cuatro vehículos que disputan la prueba más peligrosa y popular del mundo), dispuestos a desafiar a los caminos dibujados en la hoja de ruta, soportar el calor intenso, los cambios de temperatura y altitud, el desierto, las piedras, los ríos secos y otros enfurecidos por crecidas inesperadas, tal como ocurrió el año pasado en Salta.

De esos pilotos, 174 son de moto; 150 de autos; 41 de cuatriciclos y 71 de camión.

La competencia llega este año con novedades como las dos etapas maratón (San Rafael-San Juan y Salta-Uyuni, en Bolivia), que eran habituales en África y que suponen para los pilotos pasar la noche en un campamento solitario sin asistencia mecánica, lo que los obligará a cuidar la moto al máximo para poder afrontar en condiciones la siguiente etapa.

Este año también se incorporarán los caminos diferenciados para motos, autos y camiones, lo que hará más segura la competencia, sin que las dos ruedas se vean envueltas por la polvareda de los “gigantes” del Dakar, aunque los caminos serán más exigentes y desgastantes para sus pilotos para contrarrestar esa ventaja.
Pistas estrechas, saltos ciegos, las dunas grises del Nihuil, caminos de alta montaña, caminos sumamente pedregosos, un salar a 3.600 metros de altura, pasos fronterizos cordilleranos, dunas quebradizas y un desierto interminable que desafía la navegación del más experimentado, entre otros condimentos “sorpresa”, serán algunos de los escollos que deberán sortear los 436 hombres y mujeres, que una vez al año se transforman en gladiadores.