No fue el dengue. Fue la injusticia misma la que privó a Unión de llevarse un empate que era lo más equitativo por lo hecho durante los 90 minutos, donde siempre mantuvo el orden y fue el que intentó jugar. Pero se encontró con un campo de juego en pésimo estado, que le imposibilitó hacer su juego. Igual, el 1-0 en contra, lo deja bien parado para la revancha, sabiendo que en el balance global, Unión es muy superior a General Güemes.

Salió uno de esos partidos que hay que jugarlos a dientes apretados, porque el escenario era chico y con facilidad se llegaba al arco contrario. No terminó siendo un partido atractivo, pero el transcurso del encuentro marcó que quien se equivocara lo iba a pagar caro. Eso sucedió a los 18′ del complemento, cuando Galván pifió el rechazo y se la dejó servida, de aire, para que García (el mejor de Güemes), la empalmara y la colgara arriba, ante la sorpresa de Biasotti que estaba tapado.

Aunque quien siempre lo buscó fue el equipo de Cabello, que salió de entrada a mandar en el resultado, porque apostó al medio campo, pero siempre se topó con una superficie muy poseada que le dificultó el traslado y por ende había que jugar por arriba. Entonces Matías Guerra no pudo poner la pelota bajo su botín y desequilibrar, ya que cuando lo intentó el mal pique lo llevó a perderla.

Los primeros minutos se jugaron lejos de los arcos y recién sobre los 18′, Julián Juárez, a la salida de un tiro libre probó desde afuera. La reacción sanjuanina llegó un minuto después con la avivada de Guerra, para pegarle de 40 metros y que cuando parecía que se metía por detrás del arquero, éste reaccionó y la manoteó al tiro de esquina.

A partir de ahí empezó el partido y Unión tuvo las mas claras. Sobre los 24′, Galván no pudo entrando por atrás. El local contestó tras un mal rechazo de Galleguillo que Biasotti contuvo. Y otra vez Galván, a los 29′, luego de una triangulación con Guerra y Laciar, remató por encima del travesaño.

Unión era más, pero le faltaba precisión en el toque final. Ganó la media cancha y demostró solidez en el fondo. Como consecuencia de ello, Güemes salió desde el inicio del complemento con mayor actitud. La respuesta de Unión fue sólida, mantenerse ordenado sabiendo que el partido estaba controlado.

Hasta que cayó el minuto 18, error de Galván para dejarle en bandeja el gol a García. Allí el local se hizo más fuerte, incluso Biasotti le sacó el segundo a Perea, y tomó las riendas del juego. Entonces Cabello lo frenó con el ingreso de Flores y Brombale en el medio y retrocediendo a Monassa y Farías.

Igual tuvo el empate sobre el final. Centro de Quiroga, la dejó pasar Guerra y Brombale de zurda le sacó astillas al palo. Y tres cartón Guerra no pudo desviar una pelota clara de gol.