La Boutique de la Villa Obrera tiene sus cosas. De jugar, de ponerla al piso… ni hablar. Es meter, meter y meter. Esa es la actitud y el libreto al que hay que meterle mano para poder sumar. Entonces, esperar un partido prolijo, con la pelota por abajo, es misión imposible. Hay que esperar otra cosa muy distinta y si a eso, se le suma un ventarrón implacable que no paró nunca, la ecuación termina siendo una sola: mucha garra, poco fútbol. En ese escenario, Villa Obrera y Desamparados se repartieron todo. Absolutamente todo y con justicia para terminar iguales en el partido que los cruzó por la quinta fecha de la Zona 4 del Argentino A. No merecieron más, ni menos. Fue igualdad absoluta con un primer tiempo favorable a Desamparados y con un complemento, en el que la Villa reaccionó y terminó justificando el empate.

En el comienzo, Sportivo fue el que sorprendió al Villero. Con la apuesta generosa de jugar con tres atrás, adelantando por el flanco derecho a Santiago Ceballos y a Miguel Arrieta, el Puyutano le copó la cancha a la Villa y le complicó todo. En ese contexto en el que ponerla al piso era casi un milagro, Silvio Prieto fue el que más propuso desde el fútbol. Así, a los 24’, Sportivo logró la merecida ventaja cuando el propio Prieto anticipó a Soria y clavó la pelota en el segundo palo de un Araoz que nada pudo hacer. Lo que quedó de esa primera etapa fue propiedad de Desamparados que pudo haber resuelto la historia con alguna de las contras que no terminó de concretar jamás. Y eso, tendría su costo porque en Villa Obrera, su técnico Pepe Bravo eligió bien en el cambio de Ramón Avila por Jofré, retrasando a Nuñez como enganche y teniendo otra presencia en el área. Así, la Villa empezó a meter centros y más centros. Desamparados lo aguantaba bien pero a los 22’ se proyectó Aballay por la izquierda, metió el centro, Avila anticipó a Dani Gómez y habilitó a Amaya para que definiera solito ante Guirado. Era el gol de la justicia para el cambio de libreto y de actitud en Villa Obrera.

Con el empate encima, la Villa amagó con ir por más pero se encontró con la firme actitud de un Desamparados que a esa hora ya decidió cuidar el punto ganado y no arriesgar a quedarse sin nada. Pudo haber sido de Sportivo por lo que jugó en la primera parte, también se lo pudo quedar la Villa por el segundo tiempo que hizo. Pero no les sobró nada más a ninguno de los dos, sabiendo que con lo que implica jugar en La Boutique, más el impiadoso ventarrón que tapó todo, más no se podía esperar. El viento fue el gran protagonista de un partido marcado por la justicia por lo que uno y otro hicieron.