Londres, Inglaterra, Télam

El suizo Roger Federer, a los 30 años, se adjudicó ayer por séptima vez el torneo de tenis de Wimbledon, tercer Grand Slam del año, y recuperó el número 1 del mundo, tras superar en la final al escocés Andy Murray por 4-6, 7-5, 6-3 y 6-4, al cabo de tres horas y 20 minutos de juego. Así, Federer vuelve a ser número 1 luego de más de dos años, cuando el español Rafael Nadal le arrebató ese sitio de privilegio el 6 de junio de 2010.

"Rogelio" logró un "sprint" impresionante, ya que comenzó el certamen londinense en el tercer puesto del ranking y pudo coronarse nuevamente como el número 1 del mundo. Pero por si fuera poco y como para agregarle presión, al volver a situarse al tope del ranking de la ATP, igualó otro record de su ídolo Sampras, quien con 286 es el tenista que más semanas se ha mantenido al frente del escalafón mundial.

Roger lleva 285 semanas como "number one" (237 de ellas han sido de manera ininterrumpida), al conquistar su séptimo Wimbledon, y hoy aparecerá al tope de la ATP, por tercera vez en su carrera. Y será muy difícil que pueda ceder esa posición, por lo menos hasta el cuarto Grand Slam del año, que será en septiembre en Flushing Meadow.

Así superará por lo menos en 10 semanas al gran Pete, ganándose el lugar más importante al tope de la historia del tenis.

En la final de ayer, el primer set fue cambiante y emocionante, ya que en el primer game Murray logró quebrar el saque de Federer y tras obtener el suyo se adelantó rápidamente 2 a 0. Pero el suizo logró reaccionar y tras mantener su servicio en el tercero, pudo adueñarse en el cuarto game con el saque del escocés y puso el parcial 2 a 2 y estableció la igualdad en el juego, paridad que se mantuvo hasta el noveno punto. Murray, tras retener con esfuerzo su saque en el octavo game, pudo quebrar nuevamente en el noveno y se adelantó 5 a 4, para quedarse con el set en game siguiente con su servicio por 6 a 4.

El segundo set fue también parejo, pero con la sensación de que en el escocés se quedaría con el mismo en todo momento, ya que ganaba los saques con tranquilidad y exigía al suizo cuando éste disponía de su servicio, tanto es así que Federer debió esforzarse en el quinto y en el noveno game para que Murray no quebrara. Pero el set se extendió y Federer pudo quebrar en la primera instancia en la que dispuso en el duodécimo game y se quedó con el set por 7 a 5 y con la posibilidad de volver al partido.

El tercer set comenzó con la misma intensidad, pero el partido fue interrumpido por la lluvia. Tras casi una hora se reanudó

y Federer comenzó a dominar el juego, por lo cual no extrañó que quebrara en un interminable sexto game para ponerse 4 a 2, encaminar el set y quedarse con el parcial por 6 a 3, ante un nervioso Murray.

En el cuarto set se prolongó la supremacía de Federer. El suizo cerró el match con un 6-4 en el cuarto set, ratificó porque es el mejor de la historia en este deporte y logró su objetivo de regresar a la cima y superar al mítico Pete Sampras.