El seleccionado argentino de rugby, Los Pumas, sufrió una contundente derrota por 54 a 15 (parcial 32 a 8) frente al último campeón mundial, Nueva Zelanda, y de tal manera los All Blacks se aseguraron el título del torneo Rugby Championship (ex Tres Naciones). El encuentro correspondió a la quinta y penúltima fecha, se disputó en el estadio Ciudad de La Plata ante 45.000 espectadores. Nueva Zelanda ganó el torneo invicto con 21 puntos, seguida por Sudáfrica con 12, Australia con 8 y Argentina con 3.

Argentina cumplió su peor actuación en lo que va del certamen y pese a un comienzo prometedor por el try de Martín Landajo la ilusión duró muy poco porque a partir de los 15 minutos Nueva Zelanda se hizo absoluto dominador del juego.
El equipo dirigido por Santiago Phelan mostró una saludable intención de jugar ofensivamente pero cometió muchos errores ante un equipo de la envergadura de los All Blacks, que en una ráfaga de 25 minutos puso las cosas en su lugar y puso blanco sobre negro las diferencias de nivel entre ambos equipos.

Argentina, elogiada ampliamente por su capacidad defensiva por todo el mundo del rugby, anoche tuvo muchas fallas en los tackles y en las coberturas y por eso sufrió siete tries, más de los que les habían convertido en los cuatro partidos anteriores. Y también careció de organización y equilibrio en su juego como para comprender que no se puede jugar de igual a igual con los All Blacks cometiendo tantos errores.

Las ganas fueron las mismas de siempre pero esta vez no estuvieron acompañadas por el criterio para elegir la jugada y así cuesta rescatar figuras, más allá de la entrega de todos.
Nueva Zelanda es el mejor equipo del mundo desde hace más de 30 años aunque no siempre lo refleje en los Mundiales (sólo ganaron los dos de locales). Pero todos sus jugadores, backs o forwards dominan todas las facetas. Por eso, ante un equipo desorganizado o un rival inferior hacen fácil la diferencia. Por eso Los Pumas y los All Blacks jugaron 16 veces y los argentinos apenas consiguieron un empate. Así, el complemento sobró.