Los barrabravas argentinos que están en el Mundial de Sudáfrica 2010 no tendrán una vida sencilla ni podrán hacer lo que quieran, porque la Policía Federal, con sus pares locales, los están siguiendo de cerca y un grupo ya fue avisado que ni siquiera podrán acercarse a los estadios. Desde que los barras argentinos llegaron a Sudáfrica todos tuvieron un control, por un trabajo conjunto de los policías de los dos países.

Por eso, ni a los policías argentinos que están en Sudáfrica, son ocho en total, ni a los locales, le sorprendió que el domingo se impidiera el ingreso al país a diez barrabravas. Con Pablo "Bebote" Alvarez a la cabeza, más Adrián "Pillín" Bracamonte, líderes de las hinchadas de Independiente y Rosario Central, se terminó con el anuncio de que los barras argentinos iba a hacer lo que quisieran en Sudáfrica. Estos dos barras, más los otros ocho, formaban parte de una lista de hinchas violentos que desde Argentina les habían enviado a los sudafricanos.

En la mañana de ayer un grupo de policías argentinos y otros sudafricanos revisaron la que se denomina como "la barra oficial", integrada por hinchas de Boca, Estudiantes y otros equipos chicos. Este grupo, que para en Johannesburgo, fue revisado el domingo en el hostel donde paran y se les tomó todos los datos, pero no fueron detenidos como trascendió en un momento. Fuentes policiales aseguraron que "por no tener entradas ya fueron avisados que no podrán acercarse a ningún estadio".

La cuestión, es que otra fuente de la organización del Mundial 2010 consultada aseguró que "cualquiera que tenga decisión, con entrada o no, puede entrar a la cancha, acá la desorganización es total".

Uno que se manifestó sobre el tema fue el jefe de Gabinete Nacional, Aníbal Fernández, quien negó que uno de los diez barras deportados que llegarán al país esta mañana, tuviera restricciones para salir del país como se argumentó en las últimas horas sobre Sergio "Flay" Roldán, quien será arrestado apenas pise Ezeiza ya que violó la libertad condicional por una condena a ocho años de prisión por tentativa de homicidio.

Por último, 42 barras, muchos de ellos de una de las facciones de Boca Juniors, fueron advertidos por la Pack Force, el grupo de choque de la Polica Sudafricana, que no podrán asistir a los estadios los días de partidos y ni siquiera acercarse a un kilómetro a la redonda de las canchas donde se jueguen los encuentros.