Hugo Moyano transita las horas más conflictivas desde que es presidente de Independiente. Mientras cuenta las horas para que culmine el gobierno de Mauricio Macri, a quien confrontó y le realizó diversos paros, le estalló una bomba que estaba activada desde hacía un tiempo. Los jugadores del plantel se cansaron y le metieron presión a la dirigencia para que saldaran la deuda del plantel. En caso de no suceder esto, levantarán el entrenamiento de este martes por la tarde. ¿Un paro a Moyano?

Son días agitados en el lado rojo de Avellaneda. Su presidente escuchó insultos en la derrota del viernes ante Banfield. Por primera vez los hinchas y socios del club se la agarraron con el principal directivo en esta gestión que atraviesa el segundo mandato. Y a Moyano no le gustó nada. Claro: no está acostumbrado, Hugo, a tener resistencia en su ámbito. Nadie levantará la voz en su contra en el gremio de Camioneros. Pero en Independiente, la historia es diferente.

Se lo notó nervioso luego del partido. Trató de “boludos” a quienes estaban descontentos con sus decisiones y hasta se enojó con un socio que le planteó con respeto su disconformismo. Unas horas después, le cayó este problemón del plantel, que viene arrastrando capítulos, aunque ahora llegó a una situación límite. Los futbolistas se reunieron en la mañana de este lunes en Domínico en la vuelta al trabajo y decidieron darle un ultimátum a la Comisión Directiva.

Según supo Clarín, la práctica de este martes estaba estipulada para la mañana; sin embargo, prefirieron retrasarla para el horario vespertino para darle tiempo a la dirigencia a que pueda regularizar la situación. El viernes cobraron una parte y había promesa de pago para el comienzo de esta semana. Pero no todos cobraron lo mismo. A algunos les falta un mes y el adicional por trayectoria, a otros dos meses y trayectoria, más primas.