Felices. Los pibes no pararon los festejos ni siquiera en la premiación. El gobernador Uñac, Tapia y Chica fueron los encargados de entregarle la copa al campeón.

El sueño de todo jugador siempre es integrar una selección nacional y ese paso ellos lo lograron hace unos meses cuando fueron citados para integrar el selectivo nacional argentino que disputaría el Sudamericano en San Juan. La otra gran parte del sueño era gritar campeón y eso lo cumplieron anoche en el Bicentenario de la forma que todo jugador anhela: revirtiendo el marcador ante Brasil, ni más ni menos.

"Estoy feliz, no lo puedo creer. Nunca nos dimos por vencidos a pesar de ir perdiendo por 2-0 era la primera vez en este Sudamericano que nos encontrábamos con un golpe así, pero no dimos brazo a torcer y logramos lo que tanto queríamos, estabamos convencidos que teníamos con que lograrlo", contó todavía con lágrimas en los ojos Exequiel Zeballos, el pibe de Santiago del Estero que derrocha talento en Boca Juniors hace unos años. 

Otro que también fue pieza clave y que también tiene talento de sobra es el zurdo Bruno Amione, el encargado de marcar el 3-2 que sirvió para cerrar el marcador en una noche histórica. "Es un momento muy lindo, el técnico nos dijo que hasta el ultimo minuto teníamos que dejar la vida y no le fallamos, los clásicos se ganan", expresó el defensor oriundo de Calchaquí, provincia de Santa Fe y actual jugador de las Inferiores de Belgrano de Córdoba. "Siempre soñé con hacer un gol y gracias a Dios y a mi abuela que me guía desde el cielo se me dio hoy", remarcó el pibe que contó con el aliento de su mamá y su hermanito en el Bicentenario. Todos ya entraron en la historia, seguramente darán que hablar en los clubes grandes del fútbol argentino.