San Juan, 7 de Enero.- Impactante. Espectacular. Una vez más, por cuarta ocasión en las últimas cinco ediciones, una multitud disfrutó del paso del Rally Dakar por San Juan.
Miles de sanjuaninos se apostaron en los tres lugares permitidos por la organización y siguieron de cerca el paso de los pilotos del Dakar. La competencia más importante del mundo ofreció a los sanjuaninos una de las etapas más complicadas y por ello más atractiva.
Desde ayer, la gente se ubicó en el Diferimiento Pepsi, a 20km de Pedernal, el camping de Pedernal y la Quebrada de la Flecha, como así también Barreal, la Avenida Circunvalación y el Autódromo El Zonda. Las personas se apostaron en el lugar con grandes carpas y sombrillas para paliar el calor y el viento del Noreste que se presentó hoy.
Las motos y cuatriciclos fueron los primeros en llegar, con la mala noticia de que Sergio Cerdera no pudo partir de Mendoza y se convirtió en el segundo sanjuanino en abandonar la competencia. Sin embargo, el público igual esperó ansioso el paso del resto de los representantes de la provincia.
Otro lugar atractivo y cercano fue la intersección de Ruta 40 y Avenida de Circunvalación, donde cientos de personas, no todas en el mismo lugar, se ubicaron para ver pasar a los competidores del Dakar en el enlace desde Sarmiento hasta el Autódromo El Zonda.
Además los espectadores no sólo vieron a los competidores sino también a los grandes camiones de apoyo de cada corredor.
Una vez que se dio a conocer que el primero de los autos pasó por Sarmiento, muchos fueron los sanjuaninos que se instalaron al costado de la Avenida de Circunvalación para ver y sentir el paso del Dakar en San Juan.
No sólo la Circunvalación fue uno de los lugares elegidos sino también la Avenida Ignacio de la Rosa hasta la Quebrada de Zonda. Como si fuera una tradicional carrera de bicicletas, se fueron copando las veredas de una de las avenidas más importantes de San Juan. En síntesis, la competencia más importante del mundo de rally volvió a dejar su huella en la provincia y todo fue una verdadera fiesta.