Por como se dio el trámite de la primera etapa de la Vuelta de Rawson, el embalaje masivo era una circunstancia ineludible. Y, a la hora de los duelos entre embaladores a Héctor Lucero (Agrupación Virgen de Fátima) es uno de los hombres a los que siempre hay que jugarle alguna ficha. Venía de capa caída, pegando en el palo o tirándola al córner. Venía con bronca y pidiendo perdón porque no había respondido en las carreras cortas, ideales para sus condiciones de sprinter electrizante. Toda esa mufa se la sacó ayer ganando el embalaje del primer capítulo de un tour que transitó por arterías del este departamental y exigió a fondo la capacidad de los integrantes del pelotón.
Willy derrotó en el instante supremo al pampeano Elías Pereyra (Sindicato Empleados Públicos) y Ricardo Escuela (Municipalidad de Pocito), lo que le permitió conseguir la bonificación suficiente para quedar como primer líder absoluto de la competencia.
La carrera que tuvo en su punto de partida a 111 pedalistas, tuvo un desarrollo atractivo. El que fue seguido afanosamente por gran cantidad de gente apostada a la vera del camino. Contó, como todas las pruebas de etapas con algunos osados que pretendieron cortar el pelotón para llegar con alguna luz de ventaja traducida en segundos que sirvieran de renta para los dos tramos de hoy, uno de los cuales será contrarreloj.
Intentos, hubo varios. Ninguno coronado con éxito. Es que los equipos que tienen especialistas en correr cronos, cuidaron sus piernas y se movieron en la cabeza del grupo controlando que los ocasionales fugados no sacaran mas de medio minuto de diferencia.
Varios fueron los aventureros, con el duro Pedro González (Municipalidad de Rawson/Casa Lista) en la conversación que intentaron irse. Hubo una fuga de casi dos giros en la que se encontraban Javier Salas (MR/CL), Sergio Montivero (AVF), Emanuel Aguero (Municipalidad de Rivadavia/Forjar Salud), Angel Espinoza y Elías Pereira (SEP), esa escapada no les convenía ni a los Piqueteros ni a los pocitanos y la neutralizaron cuando se lo propusieron. De allí en más la marca que ejercieron los equipos grandes no permitió que nadie se fuese y se jugó la suerte de la etapa al sprint, donde Lucero volvió a ser el de antes y se quedó con el festejo.

