El resultado del partido fue anecdótico para Jorge Luna, porque la ansiedad que “Semilla” contó que sintió en los momentos previos a su reestreno con la camiseta de San Martín en el encuentro que jugó ayer la Reserva ante Tigre (perdió 5-2), fueron motivantes ya que debió esperar 2 meses para hacerlo dado que recién la semana pasada le llegó al habilitación tras su paso por el fútbol de Emiratos Árabes jugando para el Al-Dhafra. Y volvió con las cualidades que demostró en la temporada 2012-13 siendo una de las figuras de ese equipo: una gran pegada, panorama para jugar y asistir, y buscando ser la descarga para con el fútbol en sus pies elaborar la jugada en ataque.
Fue el enganche del equipo, se movió suelto por delante de los volantes, jugó los 90 minutos y con la camiseta número 10. Probó en reiteradas veces al arco con su remate de media y larga distancia, hasta que tuvo su premio mayor a los 28 minutos del segundo tiempo con el gol de tiro libre en el borde del área. Luna le dio de derecha, cruzado al palo del arquero para hacer inatajable su disparo, sacando a relucir una de sus cualidades.
Se “bancó” todo el partido y si bien por momentos sintió el desgaste y ese ritmo futbolístico que sólo el rodaje le dará, admitió que está para que Pablo Lavallén lo tenga en cuenta.
“Estoy contento. Sirve y mucho porque hace varios meses que no vengo jugando y hoy (por ayer) tuve la posibilidad de bajar para jugar en Reserva y así sumar minutos que es lo más importante. ¿El gol? Sirve para sumar confianza y para ayudar a los chicos de Reserva”, destacó “Semilla”.
Luego analizó su desempeño: “Bajé y busqué la pelota e intenté jugar que es lo más importante. Traté siempre de estar por donde anduvo la pelota que es lo que más me gusta y traté siempre de hacer lo mejor”.
Y si bien haber anotado un “golazo”, por la exquisitez con la que ejecutó al pelota parada y lugar por donde entró, Luna priorizó volver a ponerse la verdinegra. “Hacer un gol siempre es motivante, pero lo más lindo fue jugar con la camiseta del club, creo que es lo más importante con la posibilidad que me dieron de volver. Así que estoy feliz, contento y ahora a tratar de seguir mejorando”.
Y allí es donde apunta Jorge, que todo el tiempo de espera (pasaron ya 8 fechas y queda la mitad del torneo) le ayudó para evolucionar físicamente, aunque admitió que lo perjudicó que no le llegara la habilitación antes: “influyó un poco por la ansiedad de querer jugar, pero me sirvió para ponerme bien así que estoy a disposición”.
Luna jugó, hizo jugar y mostró que sus cualidades pueden servirle al equipo para la segunda parte del certamen tras haber vuelto a jugar en el club de Concepción. Confía a pleno en su capacidad y tiró: “en el futuro cercano me veo titular, pero tengo que estar tranquilo y seguir trabajando”. Además tiene otra meta: “Ojalá que éste Luna sea mejor que el anterior que jugó en San Martín”.

