Boca Juniors convirtió goles en 8 de los 9 partidos que jugó en el torneo Apertura y acompaña la referencia de Martín Palermo en el ataque con la sorpresa que aporta Nicolás Gaitán desde una posición más retrasada, con lo que saca claras ventajas respecto de River a 6 días del superclásico válido por la 10ma fecha.

Si bien tanto el conjunto ‘xeneize’ como River mostraron serios problemas defensivos en el certamen, el ‘millonario’ marcó goles en menos de la mitad de los encuentros disputados (cuatro) y acumula apenas siete en el torneo.

Salvo en la derrota con Atlético Tucumán (0-2), el equipo dirigido por Alfio Basile marcó goles en los restantes ocho encuentros, en seis los cuales anotó más de uno.

A diferencia de River, Boca se da el lujo de contar no sólo con uno, sino con dos centrodelanteros que arrojaron dividendos: Palermo y su reemplazante, Lucas Viatri, son los goleadores del equipo con tres tantos cada uno.

Basile terminó ocupando la vacante dejada por la partida de Rodrigo Palacio con un mediocampista ofensivo, Nicolás Gaitán, quien llega al superclásico con el inmejorable antecedente de haber convertido los dos goles en el triunfo (2-1) ante Tigre.

La presencia de Gaitán aporta al ataque `xeneize’ la sorpresa que representa llegar al área rival desde posiciones retrasadas, ante una defensa como la de River que se desplaza en línea y a la que le cuesta escalonarse.

Además, el ‘doble cinco’ encubierto que dispone Basile con Sebastián Battaglia como teórico volante derecho y Ariel Rosada en el centro (en el equipo multicampeón del primer ciclo del ‘Coco’, el mediocampista central era Fernando Gago), le permite a Boca desplegar en ataque a tres jugadores por detrás de Palermo: Gaitán, Juan Román Riquelme y Federico Insúa.

Hay otra ventaja en la ofensiva en favor de Boca que surge desde atrás, dado que cuenta con los dos marcadores laterales con el perfil adecuado para el sector que ocupan. Especialmente, el perfil zurdo le permite a Fabián Monzón desbordar, a diferencia de Cristian Villagra en River, quien por ser diestro debe enganchar hacia adentro.

Por su parte, el conjunto de Núñez intentará contrarrestar el juego aéreo de Palermo con el retorno de Gustavo Cabral, mientras que el regreso de Matías Almeyda a la zona media podría alterar la cobertura del sector izquierdo en caso de que permanezca como titular Nicolás Domingo.

En ataque, River posiblemente confíe como ‘9’ en Cristian Fabbiani, a quien le resulta incómodo jugar de espaldas al arco.

Y si se considera que el mayor déficit de Boca es el aspecto defensivo, a tal punto que recibió goles en todos los partidos, la falta de contundencia ‘millonaria’ resulta un verdadero pecado.

Por lo tanto, con los dos equipos permeables en defensa, el poderío del ataque boquense en contraposición al escaso peso ofensivo de River es clave para marcar el desequilibrio en el superclásico.