"La palabra infancia me trae recuerdos horribles", aclara de antemano Magalí Balmaceda, la ciclista que disputará su primer Campeonato Argentino de Ruta dentro de una semana. Ahora, con 18 años la chica se abre y cuenta su historia de superación casi como si estuviera en terapia. Le hace bien porque ya le ganó a la obesidad y busca con su testimonio concientizar sobre un tema delicado que a ella le afectó mucho en la infancia. 

"La bici me salvó la vida", dice tajante Maga, quien en una semana representará a la Selección Sanjuanina compitiendo ante las mejores ciclistas del país. Cuenta que desde chiquita tuvo sobrepeso y con el tiempo pasó a ser obesa. "Era una gordita pero no sana, sino con muchos problemas de salud", asegura y enumera sus enfermedades: "Estaba propensa a la diabetes, era insulino resistente, tenía acantosis pigmentaria y un montón de problemas más que habían surgido por mi mala alimentación", comenta.

"Empecé en el ciclismo por mi problema de obesidad. Desde muy chiquita  era muy gordita y no era una gordita sana, tenía muchos problemas de salud"

Sus padres, Omar y Margarita, comenzaron a mandarla a baile. Magalí recuerda que pasaba horas en un salón practicando danzas y buscando esa baja de peso que nunca llegaba a la hora de subirse a la balanza. Dice que probó con hockey sobre césped y varios deportes más, además asistía a la vez a clínicas de renombre especializadas en obesidad y recorriendo también decenas de nutricionistas pero la solución no llegaba: "Cuando iba a las nutricionistas, cumplía con el plan pero a una semana del control empezaba a comer de todo. Cuando llegaba el turno no iba porque me daba miedo ir, me daba miedo subirme a la balanza. Sabía que no había bajado ni medio kilo", asegura.  

Pasaron tres años que para ella fueron durísimos y con una lucha incesante donde el descenso de peso no llegaba hasta que un día, ella -ya con 12 años- junto a su papá y su padrino fueron a ver una carrera de ciclismo. "Ese día se me metió en la cabeza que quería andar en bici, mi papá desesperado porque me veía mal de salud hizo un esfuerzo enorme y me compró una y con esa bici empecé a salir dos veces por semana", cuenta. Al mes siguiente su papá le compró una bici pistera, recuerda que era una Kolner de fierro y al otro día la chica se animó a correr en los Infantiles logrando un segundo puesto: "Arranqué y no paré. Me encantaba, me divertía y mi vida empezó a cambiar", cuenta. Es que después de haber probado con todo, la salud de Maga comenzó a mejorar y eso quedaba reflejado en los estudios médicos y análisis clínicos a los que se sometía todos los meses: "Fue increíble. Quizás el peso seguía siendo el mismo esos primeros meses pero mejoré muchísimo mi salud, ya no salían con asteriscos los análisis, esos items que recalcaban los médicos cuando algo salía mal en los estudios empezaron a desaparecer", cuenta.

SU INFANCIA, UN PROBLEMA

Magalí Balmaceda muestra fotos de su niñez en actos escolares y hoy lo hace con una sonrisa enorme. Esa sonrisa que le costó años poder alcanzar. Es que esa nena que con 9 años pesaba 60 kilos ya quedó en el pasado. "Hoy estoy completamente sana pero veo estas fotos de cuando era chica y me traen un montón de sensaciones encontradas porque fueron momentos muy feos. En los recreos en la Primaria me iba al baño y me sentaba ahí porque nadie quería jugar con ´la gordita´, en los actos nadie bailaba con ´la gordita´, era muy feo", recuerda.

La chica recuerda también cuando su mamá Margarita optaba por quedarse con ella y no asistir a los cumpleaños: "Ahora en los cumpleaños de mis hermanos, yo con 18 años disfruto de poder subirme a un castillito inflable, algo que de chiquita nunca pude hacerAhora los tiempos han cambiado y el tema bulling está más visibilizado pero en ese momento los niños se burlaban si la gordita se subía al castillito porque lo explotaba o cosas así, entonces en los cumpleaños mi mamá sufría. Casi no salíamos y llorábamos las dos. Hoy en día mis hermanos tienen prohibida la palabra gorda o gordo, es más ven un chico así y se hacen amigos porque saben lo que yo sufrí". 

"La palabra infancia me trae muy malos recuerdos porque fue muy feo el bulling que sufrí. Hoy la gente lo entiende y quizás le enseña a sus hijos que está mal, pero antes no, yo no podía a jugar a nada". 

Hoy, disfruta de poder comer sano. Es deportista de alto rendimiento y lleva una dieta equilibrada pero cuando puede se da su permitido. Entre risas asegura que es adicta al pan casero que hace su mamá. "De grande tuve problemas con la comida, porque al haber sido obesa hoy me salgo de mi plan de alimentación un día y subo hasta 3 kilos. Me cuido pero después disfruto de comer pan por ejemplo. Hace como un mes que no como pan y se que después que pase el Argentino voy a poder hacerlo sin problemas", manifiesta. 

Maga, quien estudia el segundo año de la carrera de Educación Física, deja su consejo más que nada para los padres de chicos que sufren de sobrepeso u obesidad: "El mensaje va para los papás porque el nene no se cocina solo. Hay que inculcarles comidas sanas y deportes. Cuando yo era chica mi mamá decía ´es chiquita dejala´, ´mira que bonita como come´ y no está tan bien porque a la larga te trae un montón de problemas que van mucho más allá de lo físico, es una cuestión de salud", asegura.

EL CICLISMO, SU MOTOR

Su bici Kolner está preparada para salir a la ruta dentro de una semana cuando se dispute el Campeonato Argentino de ruta en la provincia. Magalí dice que la bici le cambió la vida, o mejor dicho se la salvó: "La bici es mi todo, siento que me salvó la vida. No digo que logré de todo pero sí pude subir al podio en varias ocasiones y si bien al principio lo hacía por salud, ahora le agarré el gustito y soy re competitiva", comenta la mayor de cuatro hermanos (la siguen Matías, Dylan y Thiago).

Al mando de Javier Páez se encuentra preparando hace un tiempo el Argentino y si bien reconoce que está ansiosa, disfrutará su debut: "La preparación ha sido larga, trabajé mucho tiempo y a conciencia y las sensaciones no son tan buenas pero quizás sea por los nervios porque es mi primer Argentino Elite de ruta. Me deja tranquila que disfruté el proceso a pleno con entrenamientos muy duros, ojalá se vea reflejado en un resultado y sino igual lo disfrutaré", cerró Maga, la chica que sin dudas ya ganó su propia carrera contra la obesidad.