Era el partido. El que más prometía, el que Del Bono quería ganar y el que Villa Obrera no podía perder. Terminaron iguales, parejos y hasta conformes porque Del Bono hizo el gasto en el primer tiempo pero no acertó en la definición, mientras que la Villa aguantó en la primera parte y en el complemento, en la primera que tuvo no perdonó. Para los dos, el empate 1-1 final terminó siendo justo premio y exacto castigo por lo que hicieron en un intenso partido. De entrada, la presión y la búsqueda del resultado fue propiedad de Del Bono. Con mucha movilidad en Lucas Godoy, con la presión de Cejas, Luna y Molina, el Bodeguero arrinconó a la Villa y le hizo pasar algunos sustos. A los 20’ tuvo la primera clara cuando metieron el centro, cabeceó su gran figura, Michael García, y el remate fue contenido con muchísimo trabajo por el mendocino Moncayar que terminó lesionado tras evitar el primer gol del dueño de casa. Después, Del Bono volvería a tener otra chance con el tiro libre de Cejas que Araoz sacó al corner y la tercera más neta del local fue casi en el final con un cabezazo de Méndez que se fue apenas desviado. Ese fue el momento del Bodeguero pero no acertó.
Y claro, en el mismo arranque del complemento, lo sufriría porque Villa Obrera armó una contra tremenda entre Bravo, Aguero y Astudillo que terminó con un golazo del ex Desamparados para poner injustamente arriba al puntero del Oficial. Pero después, la Villa justificaría esa ventaja con algunas contras que no pudo definir. Le costó reaccionar a Del Bono pero cuando pudo emparejar la historia, se le fue encima a la Villa y lo complicó. Lo exigió con la potencia de García hasta que se le dio el penal tras una falta de Astudillo. El propio Michael lo cambió por gol para poner el 1-1 merecido.
El resto del partido fue solo intensidad al servicio de la causa. Mucha pierna fuerte, mucha entrega pero poca claridad para buscar el camino del triunfo de la mejor manera. Del Bono hizo mejor las cosas en la primera parte y tuvo premio recién en el complemento. La Villa mostró contundencia y oficio para sostener su resultado. Los dos terminaron mano a mano en un partido que prometía mucho más de lo que realmente ofreció. Un resultado exacto para lo que jugaron.