Buenos Aires, 15 de enero.- “Qué buena pregunta, eh. Realmente es muy buena”, dijo Lavigne con una sonrisa cómplice y pícara, cuando Télam le consultó si la ciudad balnearia podría ser el lugar que despidiera a los corredores antes de comenzar la travesía.
Jugando al misterio comentó: “Es una buena idea y me gusta conocer nuevos lugares. Este ya lo conozco, me gustaría conocer Mar del Plata”.
Con esa mirada suspicaz que lo caracteriza, Lavigne aseguró que no se había hablado nada sobre esa posibilidad pero insistió con su gusto por conocer “nuevos lugares”.
En cambio, anticipó que ya recibió la carta de intención para organizar el Dakar de Argentina, Perú y la ciudad brasileña de Río de Janeiro, aunque bajó las expectativas sobre una pronta definición al recordar que eso” recién se estará decidiendo en marzo”.
A este Dakar que acaba de concluir lo calificó como “muy positivo y el más duro” y no dudó a la hora de definirlo como “un verdadero Dakar”.
“Siempre, hasta el último día, hemos tenido una etapa complicada y esa es la idea”, subrayó, y recordó que “el Dakar no es sólo una competencia de velocidad sino también de mucha preparación física”.
En ese sentido, dijo que justamente eso es” lo que le da la capacidad a los pilotos de afrontar 13 días de competencia en condiciones durísimas”.
Finalmente, sobre el accidente que protagonizó el piloto Eduardo Amor, quien chocó frontalmente en una ruta de Tinogasta con un vehículo particular y cuyo conductor murió poco después, sostuvo que el tema está bajo investigación policial y descartó cualquier responsabilidad por parte de la organización de la prueba.
“Fue un accidente de circulación, por cuestión reglamentaria los pilotos tienen tiempo para descansar y largar la siguiente etapa. La organización no los presionan para que larguen. No es nuestra responsabilidad. Igualmente esperamos los resultados de la investigación”, finalizó.