En el Argentino de Pista de 2016, realizado en el velódromo "Héroes de Malvinas" de Rawson; con sólo 17 años, Maribel Aguirre sorprendió a todos ganando las medallas de oro en las vueltas puntuables, el scratch y omnium. Un año después, en el torneo realizado en San Luis, repitió en las puntuables, y ganó la persecución individual. Otras dos medallas doradas colgó de su cuello en el certamen de 2019, realizado en Mendoza, las de omnium y madison, en pareja con Estefanía Pilz, de ACINPROBA. Siete oros, y una plata (persecución en Mendoza), en la pista, y el oro en el torneo de Ruta, desarrollado el año pasado en el autódromo Villicum San Juan; convierten a la ciclista rawsina en la máxima exponente del ciclismo femenino sanjuanino.

Con toda esa gloria acumulada, la hija mayor de Sergio Aguirre (ex ciclista) y Roxana Mangue (periodista) entrena a diario con Rubén Ramos, Javier Páez y Karina Meglioli, pensando en sumar más victorias. "Es un Argentino distinto, porque es en casa y en este velódromo que todo el mundo nos envidia", comentó.

Con una sonrisa, previo a iniciar una scratch con el que cerraban el trabajo de práctica, dijo que después de aquel certamen de 2016, todas "corrían su rueda". "De ahí en más no me las podía sacar de mi rueda. Pero reconozco que correr con esa mochila, es una motivación extra para superar", amplió.

Cosechó ocho medallas en torneos nacionales de pista: siete de oro y una de plata. Su fuerte son las pruebas del área de fondo.

Desde hace un mes integra el equipo Rower, que tiene como objetivo ganar la Doble Bragado, pero que la apoya en todas sus metas. "Mi primer objetivo es hacer un buen Argentino. Y, después, llegar en el máximo nivel posible a los Juegos Panamericanos", contó para luego ampliar, que en el Nacional estará en "90 por ciento" de sus posibilidades físicas, porque está trabajando para lograr el umbral, tres semanas después en la cita multidisciplinaria de Santiago de Chile.

Sus experiencias con la selección nacional la llevaron a correr en distintos velódromos, y cuando se le consultó cómo catalogaría al nuevo "Vicente Chancay", no escatimó en elogios. "Es espectacular. Te chupa un poco en el peralte norte, y se complica. Como tiene calefacción, es súper rápido. Te pide más, si no aprendés a controlarlo podés pagarlo caro".