El 1-1 ante Venezuela dejó un panorama alarmante para la Selección argentina que se jugará en octubre, en los dos últimos partidos de estas Eliminatorias (recibe a Perú y visita a Ecuador), su boleto al Mundial de Rusia en el 2018. Se trata de un presente complejo que avizora un futuro inmediato no muy alentador. Pero también existen razones como para imaginar que la tormenta pase y Sampaoli junto a sus muchachos lleve a la Albiceleste donde se merece. A continuación un repaso por cada arista…
Para ir a Rusia
1 Messi, el único héroe
Si Argentina todavía mantiene viva la ilusión de ir al próximo Mundial es porque cuenta con Lionel. Sin el rosarino la historia estaría sellada a esta altura. No en vano en estas Eliminatorias, con la Pulga en cancha, la Selección cosechó más del 70% y sin él la ecuación es totalmente opuesta. Basta con ver cuando Lio agarra el balón y el desequilibrio que genera en los adversarios. Su hambre de gloria y las ganas de sacarse de encima la mochila de aún no haber conseguido ningún título con la mayor son otra motivación para el mejor jugador del mundo en los últimos años.
2 Calidad de los rivales
La Argentina cerrará estas Eliminatorias contra Perú en el Monumental el 5 de octubre y luego visitará a Ecuador, en Quito, el 10 del mismo mes. Serán dos adversarios que pelean por acceder al próximo Mundial, aunque no cuentan con la historia y trascendencia de sus planteles como la Argentina. En el caso de Perú, está cuarto, por arriba de la Albiceleste debido a una mejor diferencia de gol, aunque todo esto quedará en la nada si Argentina se impone en Núñez. Mientras que Ecuador viene en pleno descenso, con cuatro caídas en fila y con la gran posibilidad de llegar al último partido sin chances de ingresar aunque sea el repechaje.
3 El peso de la historia
Argentina no está ausente de un mundial de mayores desde "México 1970′. Desde ahí hilvanó once presentaciones en fila, incluyendo dos títulos mundiales y un par de subcampeonatos, el más reciente en "Brasil 2014′. Nuestro país es una auténtica potencia en el fútbol y es difícil imaginar ver a una Selección argentina, con Messi incluido, sin la próxima cita ecuménica. En esa tradición es en la que Sampaoli deberá apoyarse, porque de este magro presente hay pocas cosas de las que puede aferrarse.

Para el fracaso
1 El miedo escénico
Estos jugadores de la Selección e incluso el cuerpo técnico que encabeza Sampaoli no está acostumbrado a luchar por este tipo de cosas. Ellos se dedican a pelear finales y en todo caso si no las ganan serán subcampeones. Ni en sus peores pesadillas ninguno de ellos debe haber imaginado estar a dos partidos de dejar a la Argentina fuera de un Mundial. Sería una mancha imborrable para ellos, incluyendo a Lionel Messi. Por eso este grupo está maniatado ante una realidad que lo supera. No es que no tengan condiciones, es que no pueden porque se encuentran abrumados por un presente que asusta.
2 Sin un rumbo fijo
Argentina tuvo a tres entrenadores en estas 16 fechas de Eliminatorias. Se pasó de Gerardo Martino a Edgardo Bauza, es decir de un extremo al otro a nivel ideología de juego. Y del Patón a Jorge Sampaoli, es decir otra vez un giro de 180 grados. En el medio, la AFA tuvo un maremoto institucional con Luis Segura como presidente provisorio, la Comisión Normalizadora tomando el mando para ordenar la casa madre, algo que claramente no consiguió, y luego con el arribo de Chiqui Tapia cuya primera decisión fue poner fin al ciclo de Bauza e ir a buscar a Sampaoli. En este contexto y aunque los dirigentes no entren a la cancha, se hace más difícil llevar el barco de manera recta hacia adelante.
3 La danza del laboratorio
Lejos de brindarle claridad a sus dirigidos, Jorge Sampaoli llegó a la Selección y trató de hacer una refundación que hasta ahora no brindó resultados favorables. Habría que pensar si era el momento de hacer tantas modificaciones vitales. Será clave saber qué decisión conceptual toma el técnico santafesino: si se la juega con cambios por doquier o apela a un sistema más tradicional.
D’Onofrio no quiere mudarse
El presidente de River, Rodolfo D’Onofrio resaltó ayer que "no elegiría volver" a jugar contra Perú por las Eliminatorias en La Bombonera. "Estuve en Boca en el sesenta y nueve cuando Argentina quedó afuera del Mundial, justamente ante Perú. No elegiría volver", subrayó D’Onofrio y entre sus argumentos mencionó una cuestión de "cábala". El máximo dirigente riverplatense habló así ante la posibilidad de que la AFA le pida a la Conmebol y a la FIFA el permiso correspondiente para que se desarrolle en el escenario de la ribera del Riachuelo el trascendental cotejo del 5 de octubre, por la penúltima fecha de las Eliminatorias. "No me cambia la vida si quieren otro estadio. El de River es el más grande, con más capacidad para la recaudación. No cobramos para que la AFA siga recaudando y tenga más fondos. Me parece raro que quieran ir a otro lado, donde recaudarían menos", adujo el titular de los Millonarios.
