El español Marc Márquez (Repsol Honda) se proclamó ayer campeón mundial de motociclismo por tercera vez tras coronarse en el Gran Premio de Japón y favorecido por el abandono de sus principales perseguidores en la temporada, el italiano Valentino Rossi y el mallorquín Jorge Lorenzo, ambos con Yamaha.

El corredor catalán llegó escoltado por el italiano Andrea Dovizioso (Ducati) y el español Maverick Viñales (Suzuki) en el circuito de Motegi, donde llegó a los 273 puntos, una cifra inigualable para el resto de los competidores en lo que resta del año.

A los 23 años, Márquez se convirtió en el piloto más joven de la historia en lograr tres títulos de la máxima categoría del motociclismo mundial, que ya lo había consagrado en 2013 y 2014.

“La verdad es que no me esperaba para nada ser campeón en esta fecha, cuando he cruzado la línea de meta lo primero que me ha venido a la cabeza ha sido: ’No habrá nada preparado, pero bueno, no lo celebramos’. Pero luego he visto a mi hermano y a José en la tercera curva y cuando he llegado al corralito ahí sí que ya el equipo lo tenía todo preparado, cartulinas, camisetas, pancartas… Es increíble, no me lo esperaba”, sostuvo el flamante monarca. Con el título ya definido, la temporada de MotoGP se completará con las tres últimas fechas.