El alemán Tony Martin sorprendió con un ataque a dos kilómetros de la meta de Cambrai para vencer en la cuarta etapa del Tour de Francia y arrebatar el maillot amarillo al británico Chris Froome. El ciclista del Etixx estaba a un segundo de Froome en la general, en la que no hubo diferencias entre los favoritos. Ahora la lidera con doce segundos de ventaja sobre el británico del Sky y 25 frente al estadounidense del BMC Tejay van Garderen. Por su parte, el argentino Eduardo Sepúlveda (Bretagne Sèché), que culminó en la posición 62 a 3m23s, escaló 11 lugares en la clasificación general y ahora quedó 50mo a 10 minutos y fracción del nuevo líder
En la etapa más larga de la edición, el germano logró su segunda victoria en línea, tras la del año pasado en Mulhouse, a las que suma tres triunfos en contrarreloj, su especialidad, en la que es campeón del mundo.
Una lucha contra el crono tuvo que hacer para escaparse en dos kilómetros del grupo que había sobrevivido al paso por los siete sectores adoquinados que marcaban la etapa de ayer, en los que intentó ganar tiempo el italiano Vincenzo Nibali, pero no logró ventaja con los otros favoritos para el triunfo final.
En cuanto al resto de favoritos, Alberto Contador y el colombiano Nairo Quintana sólo podían intentar seguir el ritmo, pero minimizaron los daños y siguen en la pelea ahora que el tramo más traicionero de la carrera ha quedado atrás. Contador es octavo, a 48 segundos de Martin. Nibali está en la posición 13 a 1m50s y Quintana ocupa la 17, a 2m08s.
Una escapada de cuatro ciclistas logró una ventaja de ocho minutos sobre el resto, pero nunca tuvieron oportunidad de quedarse con la carrera, ya que el equipo Sky tomó el control del pelotón antes del primer sector de adoquines e incrementó tremendamente el ritmo.
Del pelotón de los supervivientes de ese sedazo que significaron los tramos empedrados, surgió Martin, que en las tres etapas anteriores se había quedado con la miel en los labios en su búsqueda del maillot amarillo. En la meta de Huy del lunes se lo había arrebatado por 6 décimas Froome y el ciclista alemán se lanzó en su búsqueda. Un ataque que sorprendió al grupo perseguidor, donde ningún equipo tomó la responsabilidad de la caza, lo que sumado a sus dotes de rodador le permitieron entrar en Cambrai con 3 segundos de renta, que le sirvieron para vestirse con el clásico color que identifica al líder del Tour.
En el quinto tramo a correr de hoy, entre Arras y Amiens (189,5 kilómetros) el viento se presenta como el principal enemigo de una llegada agrupada. El terreno es totalmente plano a diferencia de las primeras etapas.
Aunque los organizadores aseguran que el recorrido ofrece muchas trampas, todo apunta a que sin la complicidad del viento será difícil que el pelotón no llegue compacto a la meta para que los velocistas libren una batalla a cara de perro.

