El domingo pasado, cuando se corría el Súper TC 2000 en el autódromo sanjuanino El Zonda-Eduardo Copello, Matías Milla sufrió un accidente que puso la piel de gallina a los espectadores. Ahora, en una entrevista en Campeones, contó que está bien aunque reconoció: “Tuve un Dios aparte”.

“Acá estoy, estoy muy bien, no tuve nada. Tengo apenas un pequeño golpe en el codo que primero pensábamos que podía ser grave, pero que finalmente no fue importante”, relató el piloto. Y destacó: “Las medidas de seguridad han funcionado a la perfección, estoy intacto”.

En cuanto al momento del accidente, relató que “apreté el freno y sentí un ruido como de que se rompía algo. Después no me frenaron las ruedas. Traté de cruzar el auto haciendo trompos porque un golpe contra las montañas rocosas de San Juan es de vida o muerte”.

Y agregó tuvo miedo de que se produjera un incendio: “Me pasaron un millón de cosas. Inmediatamente cuando me preparo para pegar, pego, me di cuenta de que estaba intacto, me desabroche el cinturón y sabía que había chocado desde atrás por el olor a combustible. Por eso, bajé rápido”.

El momento del accidente, desde el auto: