Metió el sablazo de zurda, abajo, letal y cuando vio que la pelota entró al arco de Justo Villar se encontró con una sensación que sólo él podrá explicar. Así fue el 2-2 para San Martín de Maximiliano Núñez, el primer grito marcado por el delantero en San Martín y justo ante el club donde se formó como futbolista y del cual es hincha, Estudiantes.

Por eso sus dos manos al cielo pidiendo perdón al público platense, ese que lo trató bien durante el encuentro y que incluso lo aplaudió cuando fue mencionado en la formación visitante por los altoparlantes.

La semana había arrancado distinta para Núñez al conocerse públicamente que el Verdinegro debía abonar cien mil pesos al Pincha para que jugara. "Me pasó de todo en esta previa del partido. Fue un partido raro, sin dudas el más emotivo de mi carrera", abrió en su análisis uno de los puntos salientes del 2-2.

Núñez se enfrentó por primera vez con Estudiantes y dejó en claro que no lo olvidará nunca más. "Cuando hice el gol pensé en no faltarle el respeto a los hinchas que tanto cariño me dieron durante todos los años acá. Uno se debe a la camiseta de San Martín y por eso dejo la vida en la cancha, aunque uno también tiene un pasado que respetar y agradecer", reflejó de manera clara.

A la hora de hablar de cómo lo vivió en el césped, explicó que "cuando nos quedamos 0-2 abajo pensé que iba a ser durísimo darlo vuelta. Saber que el rival era un grande como Estudiantes lo hacía todavía más duro. Por eso rescato que dimos siempre lo mejor y lo pudimos haber ganado en el final, aunque el punto es algo que valoramos por la forma en que se dio el arranque". Así se fue Núñez del Ciudad de La Plata con una montaña rusa de emociones cargada en el bolso que lo acompañó.