El argentino Maxi Rodríguez, volante del Liverpool, se despidió del Atlético de Madrid con lágrimas que incluso le impidieron hablar en varios momentos de una rueda de prensa muy emotiva, en la que destacó que su paso por el club rojiblanco han sido los "mejores años" de su carrera. El futbolista, acompañado por su mujer, su hija y Enrique Cerezo, presidente del Atlético, entre otros, estuvo muy emocionado durante todo el acto en la sala VIP del Vicente Calderón, en el que un vídeo con imágenes de sus casi cinco años en la entidad, en la que disputó 155 partidos oficiales y marcó 44 goles, desataron sus lágrimas.

El volante centrocampista, que recibió la camiseta del Atlético, con el número once y su nombre, retomó la palabras minutos después. "Son sensaciones muy lindas. Son muchos años, creo que los mejores de mi carrera. Desde que llegué me han tratado como en mi casa, como en Argentina", recordó.