Brasil, 4 de septiembre.- Santos le ganaba por 2-0 a domicilio a un desconcertado Gremio en el partido de ida de los octavos de final de la Copa de Brasil cuando faltaban tres minutos para el final. Salvo un milagro, el trámite parecía definido y el elenco gaucho debería revertir la desventaja en la cancha del Peixe. Sin embargo, el duelo se interrumpió abrupta e inesperadamente.

El desenlace del encuentro transitaba los cánones normales cuando Aranha, el arquero del Santos, encaró al árbitro Wilton Pereira Sampaio ante el asombro generalizado. Frente al referí, el uno del visitante manifestó haber recibido insultos racistas por parte de la hinchada local. Su reacción fue automática, indignado por los insultos que le asestaban desde la tribuna.

Pese a ello, el partido siguió hasta el pitazo final. Una vez finalizado el encuentro, los abogados del Santos decidieron denunciar a los hinchas del local e incluso a los árbitros. En base a ello, el "Superior Tribunal de Justiça Desportiva" (STJD) castigó al Gremio con su exclusión de la Copa de Brasil y una sanción de 50 mil reales.

Además, los xenófobos identificados en la tribuna no podrán ingresar a ningún estadio durante 720 días. En tanto, el árbitro Wilton Pereira Sampaio (90 días de suspensión y 1.600 reales), los líneas Kléber Lúcio Gil y Carlos Brekenbrock (60 días y 1000 reales). Todos podrán apelar la sentencia.