El equipo argentino de Copa Davis tuvo ayer una jornada soñada en Glasgow, Escocia, y quedó a un paso de una nueva final, gracias al histórico triunfo de Juan Martín Del Potro frente a Andy Murray, segundo en el ranking mundial, y la victoria de Guido Pella sobre Kyle Edmund. La audaz decisión del capitán argentino Daniel Orsanic de enfrentar a Del Potro (64) con el actual campeón olímpico en el primer día tuvo un resultado inmejorable, ya que el tandilense brilló y ganó 6-4, 5-7, 6-7 (5), 6-3 y 6-4, tras batallar más de cinco horas, y después Pella (49), que le ganó la pulseada al más experimentado Federico Delbonis, jugó un gran partido y superó a Edmund (55) por 6-7 (5), 6-4, 6-3 y 6-2. El impensado 2-0 le permitió al equipo argentino al menos asegurarse que Del Potro tenga la chance de cerrar la serie en un hipotético quinto punto ante la segunda raqueta británica.
La batalla que le ganó Del Potro a Murray fue la nota destacada. Necesitó más de cinco horas, debió pegar cientos de derechas ganadoras ante un rival que obligaba siempre a una más, y tuvo que hacerse fuerte desde el saque ante quien tiene una de las mejores devoluciones del mundo. El tandilense cerró con un ace una actuación que jamás olvidará, por el nivel en el que jugó, similar a su mejor versión en los juegos de Río y en el Abierto de Estados Unidos. Después de perder el tercer set el tie break y quedar 2-1 abajo, todo parecía cuesta arriba para el argentino, que sin embargo siguió prendido y, con un quiebre en el cuarto game, mantuvo la ventaja y forzó el quinto por 6-3. En la definición los dos dieron lo que les quedaba y le regalaron un tenis de altísimo vuelo a los ocho mil hinchas que colmaron el Emirates Arena. Del Potro buscó la victoria y, como casi siempre, la encontró con tiros espectaculares y un temple de acero en los momentos importantes. Después le tocó el turno a Pella, que jugó como si fuese un experimentado y sacó adelante un partido con mucho peso después de la victoria de Del Potro. Perdió el primer set en tie break por 7-5, pero lejos de acusar el golpe mostró su mejor versión y se quedó con el segundo y el tercero por 6-4 y 6-3. En el último consiguió un rápido quiebre, mantuvo la ventaja pese a los intentos del local, y selló por una de las victorias más importantes de su carrera. El equipo argentino tuvo su jornada ideal y acaricia una nueva final.
